Los testigos que estuvieron en la discoteca Sutton de Barcelona la noche de la presunta agresión sexual de Dani Alves han declarado ya ante la jueza. Según recoge 'La Vanguardia', de momento todos los testimonios apoyan sin fisuras la versión de la víctima, incluido el hecho de que ni ella ni sus amigas sabían que tras la puerta de la sala VIP había un baño.

"Si yo llego a saber que aquello es un baño, mi amiga no entra", ha declarado una de las acompañantes de la víctima. De hecho, asegura, como no lo sabía llegó a ir a los servicios de la sala principal: "De qué me salgo del reservado, atravieso media discoteca y hago una cola tremenda para acabar en un baño abarrotado y sucio, si llego a saber que hay uno exclusivo y limpio donde ya estaba. No lo sabíamos", ha mantenido.

En el interior de ese baño habría tenido lugar la violación: estuvo dentro 16 minutos y, al salir de allí tras la agresión, la joven de 23 años se derrumbó. Casi no podía articular palabra y solo repetía una y otra vez "no me van a creer", según recoge también 'La Vanguardia'. Lo que allí ocurrió, en todo caso, fue considerado una violación desde el primer momento, tanto por la víctima como por parte de sus acompañantes, que incluso llegaron a llamar a un abogado desde la discoteca para saber cómo debían actuar.

De momento, el futbolista sigue teniendo el apoyo de su esposa, que este domingo acudió por primera vez a visitarle a la cárcel y declaró antes los medios que no le iba "a dejar solo en el peor momento de su vida".