Mitad policía, mitad psicólogo

La importancia del negociador, figura clave en situaciones complicadas donde hay vidas en juego

¿Por qué es importante? Los negociadores policiales intentan resolver con diálogo situaciones complicadas. Escuchan y hablan con los delincuentes para hacerles entrar en razón.

La importancia del negociador, figura clave en situaciones complicadas donde hay vidas en juego
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Mitad policía y mitad psicólogo. Los negociadores policiales intentan resolver con diálogo situaciones complicadas en las que hay vidas en juego. A veces, vidas de agentes y delincuentes, pero a veces también de rehenes. Hace tan solo unos días, un negociador consiguió que se entregaran dos atrincherados en Madrid.

En el vídeo que acompaña la noticia se puede ver cómo un dron capta al negociador de la Policía Nacional en plena intervención. Se encuentra pegado a los GEO, y al teléfono con los atrincherados por una pelea familiar.

En la retaguardia, César Martín, negociador. "Yo estaba retirado porque lo estaba llevando el equipo negociador de Madrid", explica. Sin embargo, siguió todo de cerca. En total, tres horas de negociación.

"La idea es que el atrincherado nos escuche porque, si se centra en nuestra voz, se tranquilizará", señala.

Lo que es algo crucial, sobre todo si los atrincherados están armados. La clave en estos casos, según este negociador, es "mucho autocontrol para que la situación no te desborde".

César destaca que lleva nueve años dedicándose a esta profesión. Se estrenó con una intervención que todavía le hace coger aire cada vez que la recuerda, porque el atrincherado era un policía que se quitó la vida.

"Siempre hay una reunión de autocrítica, incluso en intervenciones terminadas con éxito", destaca.

Que no haya rehenes facilita las cosas, como en una panadería de Sevilla en la que se atrincheró un hombre solo tras discutir con su casero. A veces, hay una enfermedad mental detrás. "Los negociadores intentamos comprender qué le ha llevado a atrincherarse", detalla.

Escuchan y hablan para conseguir el objetivo. Con ellos, siempre un equipo negociador, aunque solo uno sea la cara visible. Si gana él, ganan todos.