Brasil sigue conmocionado porel caso del médico anestesista que violó a una mujer mientras estaba dando a luz a su hijo por cesárea. Compañeros del sanitario colocaron una cámara y grabaron la escena en la que se le pudo ver introduciendo su pene en la boca de la víctima completamente sedada.
Tras la detención de este agresor sexual, al menos diez mujeres han denunciado haber sufrido situaciones similares con este individuo, Giovanni Quintella Bezerra.
El relato más estremecedor es el de Thamires Souza Reis, una mujer de 23 años que perdió a uno de sus mellizos en el parto y que nunca pudo ponerle cara ya que el anestesista la sometió a altas dosis de sedación que la dejaron completamente dormida: cuando despertó tenía manchas blancas en la cara que podría tratarse de semen de Giovanni.
"Estaba embarazada de gemelos. Me puse de parto alrededor de las 5 pm. Como los bebés eran prematuros, me dieron fármacos. Mi primer hijo nació normal y fue muy tranquilo. Cuando estaba por nacer el segundo bebé, dijeron que no era posible que naciera por parto normal y que tendría que ser una cesárea. Dijeron que nuestra vida estaba en riesgo", explica Souza en declaraciones a 'Extra'.
Tras ello, la llevaron a otra habitación y llamaron al anestesista, "a ese monstruo": "Me dolía mucho y me dijeron que el bebé no iba a nacer. Vino y me inyectó un medicamento en el brazo. Entonces comencé a sentir mucho sueño. Siempre estuvo detrás de mi cabeza, con la tela, mientras trataban de sacar al niño. Nadie sacaba al niño. Me cortaron en todos los sentidos".
La mujer asegura que le preguntó al anestesista que tenía muchos sueño y si era normal. "No quería dormir. Quería ver nacer a mi bebé. Quería saber si nacería vivo o muerto. Pero me dijo que podía dormir, estar tranquila, que era lo mismo y que podía estar tranquila. No quería dormir. Desafortunadamente, vi a mi hijo salir del vientre y no pude sostenerlo. No pude sostener a mi hijo en mis brazos antes de que falleciera. Me desperté horas después sin saber qué había pasado. No tuve el privilegio de coger a mi bebé antes de que falleciera. No conozco la cara de mi hijo. Solo conozco a mi hijo por foto. Fui drogada por este monstruo", relata entre lágrimas.
La joven asegura que el anestesista intentó calmarla y que incluso "impidió" que su marido la acompañara durante el parto: "Ordenó a mi esposo que saliera de la sala de operaciones. La dosis fue tan fuerte que me sentí increíblemente somnolienta y no pude controlarme. No sé lo que me hizo. Pero mi familia dice que tenía la cara blanca".
Cuando salió de la sala fue la madre la víctima la que notó algo extraño en su cara: "Me di cuenta, cuando entró en la habitación, que tenía algunas costras, no sabía qué era. La cara de mi hija estaba pegajosa y brillante. En la cabeza. Le pregunté a mi otra hija qué era y si estaba sucia. Incluso pensé que era un medicamento que le habían puesto en la cara. Mi hija estaba toda floja, con sueño. La hermana lo limpió. Mi hija estaba tan drogada que al día siguiente no podía comer. Este tipo dijo que todo era normal. Es un criminal".
La joven apunta, además, que "para colmo" al día siguiente el ahora detenido fue la habitación donde se encontraba y le preguntó "si estaba bien": "Siguió hablando conmigo y hasta me puso una inyección".
El marido de la víctima ha explicado que el pasado lunes se enteró de la detención de este hombre viendo la televisión y le preguntó a su esposa si era él el médico que la atendió. "El día después de la cirugía, incluso me aconsejó que demandara al hospital porque no podía operarse sin una ecografía. Pones a tu esposa en un hospital pensando que es seguro y no lo es. Solo estamos aquí para que otras personas lo denuncien. Estoy disgustado. Nunca imaginas que violarán a tu esposa en una mesa de operaciones. Es un monstruo", ha zanjado el marido.