La Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová denuncia los abusos que se cometen dentro de la organización. Ya un juzgado de primera instancia en Madrid aseguró que su comportamiento es sectario; y en Noruega los han eliminado de la lista de religiones y los definió como secta destructiva. Soraya Nárez, exmiembro de los Testigos de Jehová, confiesa a laSexta Noticias su infierno dentro de una organización que controla todos los aspectos de tu vida, pero huir no es fácil.

"Yo pasé por una censura, una expulsión...", cuenta Soraya, y fue ahí cuando su vida se paralizó. "Es un sentimiento de que todo tu mundo desaparece de la noche a la mañana", lamenta. Los Testigos de Jehová prohíben cualquier tipo de celebración: cumpleaños, la Navidad, los Reyes. De hecho, a ella su padre le negó la palabra por celebrar su primera Navidad junto a una amiga.

"Pusimos un árbol de navidad y yo hice unas fotografías... Alguien cogió esa foto, se la envió a mi padre diciendo: tu hija tiene un árbol de Navidad en casa", relata Soraya, que a día de hoy ella triunfa en las redes sociales. Asimismo, añade que "si hay una persona que sabe que estás haciendo algo mal, te tiene que denunciar".

Y, tras la denuncia, llega la expulsión. Un proceso que cuenta quien, durante años, fue un Anciano, un alto cargo en la organización que decide esas expulsiones. "Toda la gente de tu alrededor, de un día para otro, te deja de saludar, que tus hijos no te hablen, tus padres...", relata a laSexta Noticias, y añade: "Sigo teniendo pesadillas".

¿Una secta?

Son algunas de las prácticas que denuncian los exmiembros. Carlos Bardavío, un abogado experto en sectas, explica que con la sentencia del juzgado de Madrid "es la primera vez que en España una jueza declara que hay veracidad en que el comportamiento de los Testigos de Jehová es similar al de una secta". La organización, que ha recurrido esta sentencia, asegura que "las acusaciones son falsas" y que "fomentan el odio" contra su religión.

El abogado añade que la "propia jueza, dentro de esa sentencia, llega a decir que lo que dicen algunas víctimas son verdaderos delitos". Por su parte, el que era Anciano, señala que "se ha tapado durante mucho tiempo casos que tendrían que haberse denunciado a la Policía".

Las víctimas hablan de control porque, tal como reconoce el Anciano, "es cierto que en ocasiones se ha seguido a personas, se ha investigado para ver si están realizando algunas prácticas que no son acorde con la organización" . Pero también denuncian homofobia y machismo porque, destaca Soraya, "a muchas mujeres testigos les ha pasado que sus maridos han querido tener relaciones sexuales a pesar de que ellas no quisieran". "Y hablan de cómo el sexo hacia el hombre puede evitar que él caiga en la tentación de tener sexo con otra persona", añade.

Soraya pudo huir: "Ahora sí me considero parte del mundo". Pero espera, con su historia plasmada en un libro 'No somos parte del mundo', ayudar a quienes, como ella, también quieren hacerlo.