Una silla de ruedas le recuerda cada día a Román la pesadilla que vivió. En ella ha llegado a declarar, con ganas y sintiéndose tranquilo: "Estoy más aliviado, más tranquilo. He dicho la verdad, lo que ocurrió. Después de tanto tiempo, espero que se haga justicia".
Quiere hacer justicia contra los que le dejaron sin el 84% de su movilidad durante un atraco en un supermercado de Yuncos, en Toledo. Román, que es Guardia Civil y se encontraba de servicio, acudió junto a otra compañera al ser alertados por una vecina. Según su testimonio, al llegar allí vio a cuatro individuos con máscaras dentro de un coche y otros tres, armados, salieron del supermercado.
Uno de ellos le disparó sin mediar palabra, con la mala suerte de que una bala le impactó en el cuello y le salió por el costado derecho, lo que provocó que Román estuviera un mes ingresado en el hospital. En el juicio ha tenido que ver a los acusados de frente: "Me he sentido un poco incómodo al verles la cara, pero estaba tranquilo".
Los siete acusados han negado los hechos. Incluso, alguno ha dicho que no estaba en el lugar del atraco. Según ha declarado Román, ha tenido que hacer un esfuerzo para recordar ciertos detalles: "La verdad es que hace mucho tiempo que ocurrió y había cosas que no recordaba".
La Fiscalía ha pedido para tres de los acusados cerca de 50 años de cárcel por asesinato en grado de tentativa y robo con intimidación.