Comer y rascar, todo es empezar. Y, si en vez de comer, picamos, la cosa puede alargarse eternamente.Snacks, bocaditos pequeños, repetitivos, salados, sabrosos...adictivos. Un placer para el paladar, un pesar para las caderas.

Hoy hablamos con expertos en nutrición para aprender elegir. Porque ni todos son iguales ni todos son pecado.

Con las manos... en la pasta

A ver. Es pasta pero no es pasta, porque en realidad es legumbre. Te invitamos a probar estos bits de pasta de lenteja roja que nos prepara Sara Martínez, de las @fit_happy_sisters en el vídeo que acompaña estas líneas. Primero, se hierve la pasta y, después, 8 minutos a 200 grados en la freidora de aire. Después, sal y muchas especias: ajo y cebolla en polvo, pimentón... Ahí va a estar la clave para dar con el mejor sabor.

Como un garbanzal

Así de loco te vas a quedar con nuestra segunda receta. Bote de garbanzos cocidos, directo a la freidora de aire con sal, un poquitín de aceite, curry y comino. Y ya está, 15 minutos a la freidora de aire (uno poquito más si usamos el horno) y...¡a disfrutar!

La chicas del maíz

También llamadas palomitas. Las reinas del cine y un snack que no necesitamos disfrazar para convertirlo en algo sano. Basta con hacerlas en casa, con poquito aceite y sal. Podemos usar una sartén o un recipiente de silicona para el microondas. Y ojo, porque si en el aceite derretimos un par de oncitas de chocolate negro, el disfrute se dispara sin hacernos daño.

Pongamos que no queremos encender la cocina. Lo queremos rico y lo queremos ya. Quizá tiremos de la opción más sencilla: frutos secos. Siempre nos dicen que son sanos, así que parece buena idea. Pero ojo. Hay que elegirlos crudos o tostados pero no fritos. Mejor sin sal y, desde luego, no garrapiñados. Y siempre sin perder de vista que una bolsita de esas de 200 gramos tiene más de 1.100 calorías. Teniendo en cuenta que por su sal y su sabor, son adictivos y nos impulsan a no frenar, Carmen Escalada Díez, dietista nutricionista de IMEO, dos da unos trucos para controlar las cantidades:

  • Comerlos fuera de casa y llevarnos sólo el puñadito recomendado.
  • Elegirlos con cáscara, para entretenernos.
  • Nunca comerlos directamente de la bolsa. Poner en un recipiente la parte que queramos para tener un freno natural.

Los frutos secos tienen un aporte calórico muy elevado y su sabor nos hace comer más y más . Si lo que queremos es no engordar, mejor elegir otro aperitivo. Y ahí llegan, pisando fuerte, los encurtidos. El sabor avinagrado es interpretado por nuesto cuerpo como un posible veneno. Por eso, es más fácil frenarse. Además, tienen muchas menos calorías.

Por último, hablemos de tortitas. Las del súper. Esas que parecen sanas pero a veces no parecen sanas. De maíz, de arroz, a la trufa, a la miel, con chocolate, con sabor a tomate, a queso... ¿Engañan o no? Pues depende. Tenemos que fijarnos siempre siempre en la composición. Ver que el primer ingrediente es maíz o arroz y comprobar que no tengan más de 5 gramos de azúcar por cada 100.

Puestos a pecar, te hemos dado las opciones más nutritivas. Que a ver, ninguna es tan sana como masticar un apio, pero para pasar una tarde de peli y manta, nos hacen el apaño.