No, una jueza de Marbella no ha retirado la custodia a una madre por irse a vivir a la "Galicia profunda", tal y como han publicado varios medios de información. Según el auto de medidas provisionales al que ha tenido acceso esta cadena, la concesión cautelar de la guarda al padre porque la mujer se llevó al menor, de 13 meses, a vivir a una localidad gallega sin la autorización del padre, que reside en Marbella (Málaga).
La pareja, que se conoció trabajando en Madrid, comenzó una relación de cuatro años de la que nació el bebé en agosto del año pasado. Tras dos años residiendo en Madrid, ambos se mudaron a Marbella cuando surgió una oportunidad laboral para él. Las desavenencias surgieron en verano de este año, cuando también arrancaron "las amenazas de la Sra. C. de marcharse con el hijo pequeño de ambos a Galicia".
El 3 de septiembre, la mujer se marchó a Galicia con el niño, pese a que el padre se había opuesto en varios correos electrónicos y a las denuncias que presentó ante la Policía nacional. La jueza señala que "ante la situación de impotencia que sentía" el hombre, presentó la medida ante el juzgado marbellí.
La jueza sí habla en su auto de que la madre tomó la decisión "unilateral" y sin autorización judicial de trasladarse a "una pequeñísima población de Galicia", lo cual dificultaría la guardia y custodia del régimen de visitas del progenitor.
La titular del Juzgado de primera instancia número 7 de Marbella tilda de actitud "caprichosa, egoísta, inmadura, agresiva e irrespetuosa" de la madre del niño y estima que se trasladó a Galicia por "conveniencia personal, anteponiendo sus propios intereses a los de su hijo, atribuyéndose el poder de decisión de la vida del menor como si éste fuera de su propiedad, prescindiendo absolutamente del padre del niño".
En este sentido, incluyen frases por parte de la madre en las que ella se justifica: "es mi hijo", "se viene conmigo", "al niño lo he criado yo y como conmigo no va a estar con nadie", "por el momento, durante los dos próximos años mi trabajo será única y exclusivamente criar a mi hijo y cuidar de mi abuela", "no hay nada que discutir", "ya está hablado" y "la decisión tomada".
De hecho, el auto recoge también numerosos desprecios por parte de la madre, cuyo comportamiento lo define la jueza como "de una hostilidad y una falta de respeto inadmisibles". Hacia el padre de su hijo se habría dirigido de la manera siguiente, de acuerdo con lo recogido en el auto: "¿Tú no ves que eres tonto perdío?", "Hijo de puta, busca algo bueno (...) maldito hijo del diablo. Que estás podrido por dentro", "eres pasado. Y nos vamos a matar en los juzgados", "Desaparece (...). Pero no nos jodas más. Púdrete en el puto infierno. Muérete. Desaparece. Haznos ese favor".
Hasta tal punto llegó el comportamiento que, en diversos audios de WhatsApp, la madre le dice a su expareja "voy a hacer lo posible (con mi hijo) para alejarlo lo máximo posible de ti".
El contenido más polémico del auto viene en una parte del auto en la que la jueza señala que el niño, nacido y registrado en Marbella, ha vivido siempre en la ciudad que define como "ciudad cosmopolita, que tiene todo tipo de infraestructuras, con todo tipo de colegios para poder educar a un niño". Esto lo opone a "la pequeñísima población de la Galicia profunda, a la que se ha trasladado la madre, lejos de todo, en la que ni siquiera la madre tiene opciones laborales".
En este sentido, el auto reconoce que la decisión adoptada en este momento es la más adecuada "en atención al interés del menor", es decir, otorgar la custodia al padre, aunque reconocen que en el procedimiento principal podría "valorarse la procedencia de una custodia compartida".
La defensa de la mujer considera un "absoluto desprecio" que la magistrada se refiera a la residencia de la madre como "la Galicia profunda", algo que consideran "discriminatorio contra Galicia y su medio rural", además de una expresión "insultante, arcaica e injusta, y tan impertinente como impropia de quien se supone debe impartir justicia en nombre del Estado".
Asimismo, la letrada de la madre ha asegurado que han presentado una queja ante el Consejo General del Poder Judicial y que presentarán una recusación y la nulidad de las actuaciones. "Buscamos un juez imparcial", ha señalado en declaraciones a Europa Press.
La defensa también denuncia que hay pruebas aportadas por esta parte que no se han practicado o que no se han tenido en cuenta. "La jueza omite todos los WhatsApp íntegros", ha asegurado la abogada.
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