La noche de Madrid se llenó el jueves de amor y, sobre todo, mucha fiesta. “El orgullo es increíble, que venga la gente”, afirma uno de los jóvenes presentes. Por segundo día consecutivo, Chueca se convirtió en la capital mundial del Orgullo Gay.
Entre conciertos, bailes y algún momento de vuelta al pasado con Melody cantando su famosa canción de “Los Gorilas”, tenían un objetivo evidente. “Estamos aquí para reivindicar derechos, no sólo tocar las narices”, explican.
Unos aprovecharon para dejar claro que “decirle a mis padres que soy bollera, que no lo saben a mis 21 años”. Y otros, por si no nos habíamos dado cuenta “soy un hombre, todo el mundo lo sabe, me podéis llamar como queráis... Libertad.” Junto a la lucha por la igualdad de todos y de todas, los más supersticiosos pedían que la lluvia no estropee estos días. “Esperemos que Botella no tenga contacto con Tormenta de X Men”, declara uno de los jóvenes asistentes.
Y que por mucho que pasen los años, dicen, el Orgullo Gay no se termine. “Es la fiesta que más dinero trae a Madrid y nos la ha quitado”, aseguran. De momento, sólo se puede disfrutar de la fiesta que se prolongará todo el fin de semana en Madrid.