El conflicto se recrodujo durante la pasada noche, cuando dos mujeres fueron detenidas tras ser sorprendidas quemando contenedores, lo que hizo necesaria la intervención de los bomberos, según han informado a fuentes policiales, que inicialmente no vinculan el suceso con la acción de piquetes, extremo que también niegan desde el comité de empresa.

El encuentro del jueves entre la empresa y los trabajadores acabó sin avenencia, después de que trabajadores y empresa dieran por rotas las negociaciones, aunque este viernes volverán a intentarlo tras la manifestación convocada por la plantilla, compuesta por 540 trabajadores.

La congelación salarial que pretende aplicar la empresa para 2012 y 2013, la reducción del 5 por ciento del salario, la ampliación de la jornada a 37,5 horas semanales y la alteración de los descansos son los principales asuntos que se abordarán en esta negociación.

A consecuencia de la huelga, que arrancó en la medianoche del 7 de enero, el Ayuntamiento de Granada ha decidido suspender las autorizaciones para la actividad en las zonas de mercadillo, al considerar que "los servicios mínimos no pueden atender la limpieza extraordinaria que generan estas actividades".

La plantilla lo interpreta como una "medida de presión social" y se han mostrado dispuesta a limpiar estos espacios de manera gratuita si la empresa les da los medios técnicos, a fin de que los vendedores no se vean afectados por esta situación. 

La huelga está siendo secundada por la totalidad de la plantilla a excepción de los trabajadores que componen los servicios mínimos, fijados en un 30 por ciento salvo en la limpieza de centros sanitarios, mercados de abastos y mataderos, donde operan el 100 por cien de los servicios ordinarios

En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité, Eduardo Aragón (CGT), se ha mostrado convencido de que la empresa "quiere esta huelga", al mantener su postura en lo que a congelaciones salariales, alteración de descansos y ampliación de la jornada laboral se refiere.

Inagra lo niega y asegura que la última propuesta que se ha presentado mejora "sustancialmente" las condiciones inicialmente negociadas para la plantilla, compuesta por 540 trabajadores. No obstante, reconoce que la situación actual se hace "insostenible económicamente" y por ello ve "imprescindible moderar los costes a fin de asumir el ajuste.