Tania Varela llevaba cuatro años siendo la mujer más buscada de Europa, pero ni siquiera llegó a salir de España. Se había fugado en 2014 para refugiarse en Sitges.

Su historia dista de la de un narcotraficante al uso. Al menos en sus inicios. Empezó su carrera como una abogada especializada en la defensa de mujeres maltratadas, pero acabó como protagonista de un culebrón de amores, traiciones a tiros y mucha droga.

La Policía asegura que fue ella quien se hizo con las riendas del negocio de narcotráfico de Laureano Oubiña en Galicia cuando éste fue detenido. Siempre se la ha relacionado con los grandes nombres del narco en las costas gallegas.

Primero fue pareja de David Pérez Lago, hijo de la segunda mujer de Laureano Oubiña e hijastro de éste último. Cuando el capo fue detenido, el propio David heredó negocios de su padrastro y se pasó a la droga dura: la cocaína. De ahí el papel protagonista de Tania en la droga que entraba en Galicia.

Tania empezó siendo la abogada del nuevo jefe, David Pérez Lago, pero acabaron como amantes. A él lo pillaron metiendo dos toneladas de cocaína en Galicia; así que, cuando entró en la cárcel, Tania se hizo con el mando provisional.

Poco después, ella también acabaría entre rejas. Es ahí cuando deja a David porque se enamora de su nuevo abogado, Alfonso Díaz Moñux, antiguo letrado de Sito Miñanco y de la mafia rusa. Pero su relación con Moñux no dura mucho: ella sale libre y mantiene su relación con Moñux hasta que unos sicarios les abordan en el coche y asesinan a Moñux de dos tiros. Ella lo ve todo, pero sale ilesa del incidente.

En 2014 la condenadon a siete años por otro desembarco de cocaína, pero Tania Varela consiguió escapar y no ha sido hasta ahora cuando se ha conocido su paradero. Se había refugiado en Sitges a sabiendas de que el próximo capítulo de su vida -el que viene ahora- sucedería en prisión.