En Belvís de Monroy, Cáceres, la venta de pan ha pasado a ser un servicio público. El Ayuntamiento ha asumido esta función tras cerrar la única panadería del pueblo. Durante una hora cada mañana, todos los vecinos pueden pasar por el ayuntamiento para adquirir su barra hasta que alguien vuelva a hacerse cargo de la tienda.

Antonio, empleado municipal, es el encargado de atender a sus vecinos. "Esto es un servicio múltiple: jardinería y cuando hay alguna avería si tengo que ir, voy", relata a los micrófonos de laSexta.

Él es jardinero, manitas y ahora también panadero desde que el consistorio decidió habilitar un espacio público con un operario - que tiene carnet de manipulador de alimentos - que vendiera el plan. Exactamente el mismo producto que vendía el comercio que ha cerrado. También al mismo precio.

Más allá de hacerse con el pan de cada día, los vecinos se entretienen al juntarse en la cola de la panadería municipal. "Ver a todos tus paisanos da mucha alegría", confirma uno de ellos.