La presunta asesina de Cortegada (Ourense) ha abandonado este jueves el juzgado acusada de homicidio y cubierta bajo el mismo abrigo fluorescente con el que este miércoles participó en el registro de las autoridades para hallar los restos del hombre al que habría matado. Su destino, la cárcel de Pereiro de Aguiar. En esta ocasión, no ha querido hablar. Se ha acogido a su derecho de no declarar aunque horas antes confesara el crimen durante el registro.
Reconoció que asesinó al hombre al que había conocido en una web de citas después de sedarlo y asfixiarlo; posteriormete, lo quemó. También se lo habría relatado a su psiquiatra. Por el momento, se ha decretado para ella prisión provisional comunicada sin fianza, tal y como solicitaba la fiscalía. Unos minutos antes, en el Río Miño, los buzos de los GEAS se sumergían en el punto que señaló el miércoles la acusada.
Allí se habría deshecho del teléfono móvil de la víctima y puede que de otros enseres. Efectivamente, la Guardia Civil ha encontrado sumergido un dispositivo móvil y esperan, por precaución, a confirmar que es el de la víctima. La acusada podría haber quemado el cadáver más de una semana después de haber cometido el supuesto asesinato. Habría enterrado algunas partes que no ardieron en su propia finca, donde se han enconrtado restos óseos.
Después se deshizo de otros restos en zonas cercanas. La Guardia Civil ha analizado el vehículo con el que, al parecer, la presunta asesina realizó los traslados. Los investigadores, que contaron con la ayuda de dos perros entrenados, también han encontrado tres bolsas con restros calcinados y vestigios de sangre dentro de la casa. La mujer de Cortegada ha sido acusada formalmente de homicidio.
El último adiós
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