Varias asociaciones animalistas y ambientales han alertado de la llegada de la plaga de oruga procesionaria "en pleno invierno", cuando antes tenía lugar entre los meses de marzo y junio, y ha pedido a las Administraciones locales campañas de prevención anuales que se ejecuten en la temporada de otoño. Cabe señalar que estas orugas pueden ser "peligrosas" para las personas y "potencialmente mortal" para los perros.

Este tipo de plagas son uno de los peores enemigos de cualquier dueño de perro y aunque las asociaciones ha instado a las Administraciones locales a que contemplen entre sus "actuaciones imprescindibles" campañas de prevención anuales que se ejecuten en la temporada de otoño y que contribuyan a "minimizar los perjudiciales efectos de esta plaga", los dueños de sus mascotas deben estar en alerta y prevenir el contacto con estos animales. No obstante, a veces es inevitable que un perro entre en contacto con una procesionaria y por ello, la Policía Nacional ha advertido cómo actuar si un perro contacta con una procesionaria del pino.

Qué hacer si tu perro entra en contacto con una oruga procesionaria

Así lo ha alertado en su cuenta de TikTok, donde ha señalado una serie de indicaciones en caso de que tu mascota contacta con este ser vivo potencialmente mortal. Aunque el primer consejo es llevar al animal directamente a un veterinario, lo más rápido posible, también han dado un truco de como minimizar los riesgos desde casa.

"Avisar al centro sanitario más próximo posible y desplazarse lo más rápidamente lo más rápido posible", es el primer consejo trasladado por los agentes policiales, pero también señalan que se puede intentar quitar el mayor número de pelos de la oruga, pero siempre sin frotar. "La mejor manera es arrastrar los pelos con agua", según la Policía y aconsejan intentar quitar el mayor número de pelos posibles con agua tibia. No obstante, después de hacer esto, hay que llevar el perro a un veterinario, igualmente.

En relación con la sintomatología que se produce en un perro al entrar en contacto con una procesionaria del pino, indican que se suele producir una inflamación en la cara del can. Concretamente, presentan inflamación de la boca, la nariz y la zona de los parpados. "Incluso aumenta la salivación y puede haber hipertermia" añade la experta. Finalmente, en el peor de los casos, a algunas mascotas, al contactar con la oruga procesionaria, se necrosa parte de su lengua.