Tras conocerse la detención del Pequeño Nicolás por agredir e intentar apuñalar a un camarero de un restaurante de comida rápida en la zona madrileña de Azca, una de las empleadas del establecimiento ha explicado en declaraciones a 'La Información' que el joven creyó que le habían robado el móvil.

Fue entonces cuando, según su versión, empezó a acusar a los trabajadores de robarle el móvil. En ese momento, el cocinero salió y le explicó que estaba equivocado y que "el móvil estaba en la mesa".

Momentos más tarde, el Pequeño Nicolás se dirigió hasta la puerta del restaurante con un vaso en la mano por lo que la camarera le explicó que no podía llevárselo. Según explica la mujer, Nicolás entró directo a la cocina del local y tiró el vaso "alterado". La testigo asegura que tanto él como sus acompañantes "estaban muy borrachos".

Tras esto, y según explica la trabajadora Neyer Dommar, salieron dos trabajadores para ayudar: "Comenzó el forcejeo. Cuando lo iban a sacar nos dimos cuenta de que agarró un cuchillo".

En el forcejeo para intentar quitárselo, explica uno de los trabajadores resultó herido en una mano, explica que "tiene cortes en las manos y una herida en el rostro". Finalmente, fueron expulsados del restaurante y el Pequeño Nicolás consiguió marcharse. Su amigo en cambio fue retenido hasta la llegada de la Policía.

Hasta el lugar llegó una ambulancia del Samur-Protección Civil, cuyos sanitarios atendieron a los dos heridos por contusiones menores, de las que no requirieron traslado al hospital.

Finalmente, el joven, para el que la Fiscalía pide 7 años de cárcel por usurpación de funciones, falsedad en documento oficial y cohecho activo, fue arrestado por un delito de lesiones y su acompañante por un delito de resistencia y abuso a la autoridad. Tras pasar por comisaría, fueron puestos en libertad con cargos.