Una pareja de Oklahoma estaba muy ilusionada con el segundo embarazo pero en la exploración de 20 semanas, el médico les comunicó que su hija no nacida, a la que llamaron Eva, no tenía ninguna posibilidad de vivir más allá de unos días. Le diagnosticaron anencefalia (una condición que significa que una porción de su cerebro y cráneo están desaparecidos).

La valiente Keri tomó la decisión de llevarla a término. Así podrá donar los órganos del bebé, que acaba de nacer, para que otros puedan sobrevivir.

De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, la anencefalia es un grave defecto de nacimiento en el que un bebé nace sin partes del cerebro y del cráneo. Es un tipo de defecto del tubo neural. Es tan raro que afecta a tres de cada 10.000 embarazos en los Estados Unidos.

Keri Young y su esposo Royce