El padre de Víctor
Rodríguez, uno de los exjugadores de la Arandina condenados por agredir sexualmente a una menor de 15 años, ha emitido un comunicado en el que pide
respeto tanto para la denunciante y su familia como para los condenados.
En ese escrito asegura
que "la justicia no debe ser un látigo de descarga" y señala que están viviendo
una "pesadilla" que consideran "injusta". Este es el comunicado íntegro:
Este comunicado,
pretende llamar a la conciencia pública, los medios de comunicación
tradicionales, las redes sociales y los grupos de ideologías diversas que sin
la información necesaria han entrado a comparar casos totalmente diferentes,
cargando contra estos chavales y sus allegados las represalias por decisiones
judiciales anteriores
Se ha tachado de
violadores, defensores de violadores, manada, machistas, fascistas, pederastas…
a todos los que a nuestro modo de ver creemos firmemente en la inocencia de
estos chicos, y no es una creencia solo en base a las emociones por ser
familiares, amigos… creemos que existe base para argumentar tal inocencia, que
por la presión mediática generada desde el 11 de diciembre de 2017 ha
desencadenado una situación incomprensible
Hemos sido las familias
el confesionario donde estos chicos han podido contar lo que pasó y tenemos la
impresión que ha sido obviado en todo momento. Por ello manifestamos nuestro
malestar por esta situación en la que se ha desoído totalmente su versión y se
ha tenido en cuenta únicamente la versión de la denunciante
Por todo ello pedios
respeto, respeto hacia los acusados y a sus familias, respeto a la denunciante
y a su familia, respeto a las leyes. Respeto al derecho de estar en desacuerdo
con una pesadilla que consideramos injusta, una pesadilla sobre la que no hay
ninguna prueba fehaciente que demuestre los hechos denunciados.
A pesar de nuestro
sufrimiento seguimos confiando en esta justicia que no debe ser un látigo de
descarga y de escarmiento cuando no hay pruebas suficientes de culpabilidad,
sino una justicia justa.
En estos dos años han
cumplido con todas las medidas cautelares de manera irreprochable, han
demostrado un comportamiento ejemplar pese a la situación que están viviendo y
no se les puede poner en duda su actitud, por ello pedimos que no se les prive
de su libertad, para que puedan seguir defendiendo su inocencia ante todas las
acusaciones, para que puedan seguir luchando por la verdad, para que su
palabra, igual de válida que la de cualquiera otra persona sin importar su
condición, sexo o religión se escuche. Porque seguimos manteniendo que el 24 de
noviembre de 2017 no ocurrió nada. Seguimos creyendo en la justicia