Tranquilo, custodiado por varios agentes de la Guardia Civil y sin decir una sola palabra. Así ha entrado, en la mañana de este miércoles al juzgado de Osuna el supuesto asesino de su pareja, una adolescente de 17 años, a declarar. El detenido en El Rubio (Sevilla), de 22 años, fue arrestado el lunes y se le investiga como presunto autor de un "homicidio con agravante de violencia de género". No obstante, el Instituto Armado mantiene "todas las hipótesis abiertas".

A las puertas de los juzgados también estaba presente el padre de la víctima, que no pudo contener los nervios y ha increpado al detenido. "Asesino, asesino; como te coja, te mato", le ha gritado, y ha tenido que ser apartado por los agentes. También acudió a Osuna el padre del arrestado, que provocó momentos de tensión.

El arrestado, en su primera versión, declaró que encontró a la menor muerta con un disparo en la cabeza, apuntando así al suicidio. Estaba en una nave pequeña en la que a veces convivían, y contó que por miedo decidió tirar el arma, de fabricación casera, al río. Aunque,según el entorno de la chica, él la maltrataba. "Yo le he visto arañazos en la cara y en la frente una vez o dos", aseguró a los medios el padre de la asesinada.

Horas después, el hombre confesó a la Guardia Civil que mató a la víctima con un arma de fabricación casera que después arrojó en el arroyo El Salado. Para la investigación es clave la autopsia y encontrar ese arma que se tiró supuestamente al río. Los agentes siguen buscando en la zona donde ocurrió el crimen y en la orilla del río Blanco. Además, este miércoles por la tarde se ha hecho una reconstrucción del supuesto crimen en el lugar de los hechos y en la que también ha estado presente el detenido. Ahí tampoco faltó la tensión, donde también hubo gritos de "asesino".

En Galicia

Indemnizan a una mujer con 13.500 euros por haber sido despedida a los cinco días de informar de su embarazo

Tras esto, un tribunal de Ferrol, en A Coruña, ha dictaminado que se trata de un despido totalmente improcedente y la empresa para la que trabajaba tendrá que indemnizar a la mujer con 13.500 euros.