La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llevado a cabo una nueva edición de la guía 'Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud' (DCI), en la cual se cambia el término de 'transexual' por el de 'incongruencia de género', con el objetivo de que no se relacione con un trastorno mental, sino con un problema de salud sexual.

En la nueva versión de esta guía, llamada 'DCI-11', se considera que el término 'transexual' genera estigmas y crea barreras en la atención sanitaria a estas personas. Y es que, si querían acceder a la atención médica, tenían que ser diagnosticadas como enfermos mentales. Ahora la guía reconoce la relación entre la identidad de género y el comportamiento sexual, la exposición a la violencia y a las enfermedades de transmisión sexual.

Anzhelika Volkonskaya, enfermera y activista transgénero, comenta: "Si un médico ve a un paciente transgénero en un estado de depresión, le debe ofrecer un tratamiento como cualquier otra persona. Las personas transgénero necesitan acceder a atención médica especializada, porque a menudo nos enfrentamos a los efectos secundarios de las terapias hormonales y esto debe tenerse en cuenta".

Además, esta ha querido explicar que, para sobrevivir, "no es raro que las personas transgénero se involucren en el trabajo sexual comercial y una persona en esa situación necesita pruebas periódicas para detectar infecciones de transmisión sexual y el VIH".

El director interino de Enfermedades Transmisibles en la región europea de la OMS, Masoud Dara, ha manifestado también que es muy importante que estas personas tengan el mismo acceso a los servicios de salud. "La adopción de la 'CIE-11' por los países es un primer paso vital para eliminar las barreras legales a la atención.

Eso ayudará a detener el estigma y la discriminación y acelerará el progreso hacia una verdadera cobertura de salud universal", ha concluido en su declaración.