Una niña de 11 años que fue violada por la pareja de su abuela en Tucumán, Argentina, ha sido obligada a tener el bebé mediante cesárea.
La niña ha manifestado en numerosas ocasiones su deseo de abortar, una práctica que solo está permitida en Argentina para casos de violación o de peligro para la salud, pero la menor denuncia que no le han dejado opción para interrumpir su embarazo: "Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo", declaró la menor, según la historia clínica presentada en la causa judicial.
El Gobierno tucumano declaró su intención de "salvar ambas vidas", y le ha practicado la cesárea a las 24 semanas de gestación. "Ha sido obligada a parir. Además de ser víctima de violación e intentar suicidarse dos veces, su salud corría peligro", ha explicado la abogada tucumana de Católicas por el Derecho a Decidir y Mujeres X Mujeres, Soledad Deza.
"Cuando está en peligro la vida de una mujer no hay por qué dilatar la práctica", ha continuado explicando Deza, que ha reiterado que "no hay que pedir intervención del poder judicial, ni pedir consentimiento de una junta médica".
Además, la abogada alega que las objeciones médicas realizadas por le ministerio de Salud han perjudicado a la menor, y que su abogado, proporcionado por el Estado, no ha luchado para que la niña pudiera interrumpir el embarazo: "Acá ha habido grandes violaciones a los derechos de las niñas accionada por el sistema de salud que han sido apoyados por autoridades".
Gustavo Vigliocco, secretario del Ministerio de Salud tucumano, ha asegurado que la menor pesaba más de 50 kilos y que, por lo tanto, podría continuar con el embarazo.
La pareja de la abuela, el presunto agresor sexual de la niña, fue detenido a los cuatro meses de gestación de la menor, cuando la niña declaró a su madre los hechos y acudió a realizarse un examen médico.