Imagen desoladora en los alrededores del incendio de Castellón, donde hay más de 400 hectáreas afectadas. Un hotel rural y al menos 20 masías tuvieron que ser desalojadas de las llamas del fuego en un suceso que para los vecinos es "algo muy gordo".

Algunos sólo pudieron ponerse a refugio y dejar atrás todas sus pertenencias porque "no hubo tiempo de hacer nada y en cinco minutos se fue todo a hacer puñetas".

El incendio aún no está controlado ni estabilizado porque hay focos activos en zonas de dificil acceso para las que se han incorporado a las tareas de extinción ocho medios aéreos.

Durante todo el día se va a intentar exprimir estos recursos porque el viento se prevé que vuelva a azotar con fuerza. "Somos optimistas pero muy prudentes porque las previsiones meteorológicas es que vuelva a arreciar", explican los bomberos.

Ximo Puig se ha desplazado hasta el lugar y alerta de que "estamos en una situación de extrema gravedad". Aunque se ha mostrado esperanzador y dice que se espera que en los próximos días se pueda dar por concluido el incendio.