Los padres han sido detenidos e imputados por un delito de homicidio pero no se descarta la colaboración de una tercera persona para trasladar el cadáver mientras que los padres hablaban y denunciaban la desaparición de su hija ante la policía.
Asunta Basterra, la niña de 12 años, que fue hallada muerta en una pista forestal del municipio coruñés de Teo, fue sedada con un medicamento y asfixiada. El juez ha ordenado el arresto del padre de la la niña mientras que su exmujer y madre de la pequeña continúa detenida.
Las investigaciones, a las que ya se han incorporado los análisis toxicológicos que demuestran que a Asunta se le suministró un medicamento, han relatado que la prioridad es conocer quiénes son los responsables de este crimen, sin descartar que puedan producirse más arrestos; así como en determinar el móvil que habría desencadenado esta tragedia.
El periodista y padre de la menor, Alfonso Basterra, fue imputado por la presunta comisión de un delito de homicidio, los mismos cargos de los que se acusa a su ex mujer Rosario Porto, que fue arrestada el día antes tras la ceremonia de cremación de la pequeña Asunta Basterra Porto por la presunta comisión de un delito de homicidio tras caer en "incongruencias, ambigüedades" y "versiones contradictorias" sobre la desaparición de la menor
Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia han precisado que el juez José Antonio Vázquez Taín ha tomado esta decisión "sin perjuicio de las concreciones que pueda hacer una vez declaren en el juzgado", lo que no está previsto que suceda tampoco en los próximos días.
Asunta Basterra Porto era la principal beneficiaria de la herencia de sus abuelos maternos, fallecidos con menos de un año de diferencia, según han informado fuentes próximas a la investigación y al entorno. El 11 de diciembre de 2011 murió María del Socorro Ortega Romero, que había sido profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Santiago, y este óbito causó consternación en la capital gallega por su carácter repentino. El 26 de julio del año siguiente feneció su marido, el abogado Francisco Porto Mella, a los 88 años, una doble pérdida que por su proximidad en el tiempo suscitó convulsión en una ciudad pequeña, Compostela, en la que este matrimonio era muy conocido y querido. Ambos, al igual que Asunta, fueron incinerados en la intimidad familiar.
Rosario Porto, su única hija, fue hasta 2006 cónsul de Francia en Santiago, cargo que heredó de su padre, y según fuentes próximas a la familia hace tiempo que dejó de ejercer como abogada y cerró su bufete en Santiago. Estas mismas fuentes han precisado que en la actualidad Charo, como se la conoce en su círculo, tenía algún problema de liquidez.
No se le conocía a Rosario actividad profesional concreta, según las mismas fuentes, pero viajaba con frecuencia a Marruecos en labores comerciales y en compañía, en alguna ocasión, de un ciudadano de ese país asentado en la capital gallega que sería amigo personal suyo y que en este momento se enfrenta a un juicio por una presunta explotación de inmigrantes en sus tiempos de sindicalista.
Mientras tanto, la policía científica ha registrado durante siete horas una casa de verano bajo la mirada de los padres de Asunta y la supervisión del juez Vazquez Taín. El inmueble pertenecía a los padres de Rosario Porto, y está situada en el Ayuntamiento coruñés de Teo, muy cerca del lugar en el que apareció el cadáver de la adolescente.