Los nidos hechos con bolsas de plástico, trozos de cuerda o incluso con colillas de cigarrillos son cada vez más frecuentes en las grandes ciudades. Estos elementos están empezando a ser utilizados por pájaros como el carbonero o el herrerillos, al no poder conseguir la cantidad necesaria de plumas o pelo para construir su hogar.

Miguel López, director de SEO Birdlife, explica en conversación con laSexta que esta falta de stock de plumas o pelo y la adaptación de estos animales a los nuevos recursos demuestra "los efectos que tiene sobre la biodiversidad, la salud del planeta y nuestra propia salud". "Tenemos que empezar a trabajar en sistemas de economía circular que sean sostenibles y respetuosos con el planeta", añade.

La alta contaminación de las ciudades hace la forma de vida de estas especies cambie radicalmente. Y no es una simple percepción. Tras las imágenes que se muestran en el vídee que ilustra esta información hay un estudio de la Universidad de Granada que lo denuncia. Los nuevos cimientos sobre el que construyen sus hogares están provocando que sobrevivan un tercio menos de crías.

Uno de los principales retos de la sociedad actual es la contaminación del medio por residuos sólidos, particularmente por plásticos. La investigación liderada por Zuzanna Jagiello, investigadora visitante en el departamento de Zoología de la UGR, ha confirmado que la contaminación por residuos sólidos en el ambiente aumenta con la presencia humana, así como con el nivel de urbanización de la zona.

Según Juan Diego Ibáñez Alamo, profesor del mismo departamento y coautor del estudio, este trabajo es uno de los primeros que ha encontrado esta asociación, utilizando para ello mediciones directas en el terreno en lugar de datos socioeconómicos a gran escala. Entre los residuos que se encuentran con mayor frecuencia en el medio ambiente urbano destacan el papel, el plástico y el cristal, que en conjunto representan "más del 75% de los objetos contaminantes".

Más allá de la mera "redecoración" del nido, la investigación (realizada en la ciudad polaca de Varsovia) demostró asimismo que el cambio en los materiales del nido tiene consecuencias en el número de polluelos que pueden criar estas aves.

"En el caso de los herrerillos, un leve aumento del 10% de residuos sólidos en el nido conllevó la pérdida de más de dos polluelos de la nidada, lo que implica una reducción de casi un tercio de las crías que potencialmente podrían sacar adelante", ha explicado Ibáñez.