Un agente de la Guardia Civil ha muerto en Granada tras recibir un disparo durante un control rutinario en la localidad de Huétor Vega, un suceso por el que ha sido detenido un delincuente habitual.

Fuentes próximas a la investigación han informado de que los hechos ocurrieron sobre las 4.20 horas cuando el guardia civil, de 47 años, y una compañera en prácticas se encontraban en un punto de identificación, durante un control rutinario.

Según las fuentes, se produjo un forcejeo entre el guardia civil y un hombre al que habían dado el alto, que al parecer echó a correr y quitó la pistola al agente, al que disparó en al menos una ocasión en la ingle.

La detención del presunto autor de los hechos, de 40 años y delincuente habitual con antecedentes por violencia machista, robo y amenazas, se ha producido en el entorno de la rotonda del centro comercial Serrallo, en la capital granadina, por donde se desplazaba en una furgoneta robada.

El agente, que formaba parte de una patrulla en servicio del municipio de La Zubia (Granada), resultó gravemente herido en fue trasladado al Hospital PTS de Granada, donde ha fallecido.

La víctima mortal, José Manuel Arcos, era vecino de Granada capital, estaba casado y tenía dos hijos. La capilla ardiente con sus restos se abrirá a las 17.00 horas en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada y el funeral se oficiará este martes a las 9.30 horas en la catedral de esa ciudad.

El agente ingresó en la Guardia Civil en 1993 y estuvo destinado en La Calahorra (Granada) y Valls (Tarragona) antes de llegar a La Zubia, en la provincia granadina. Había recibido dos cruces a la Constancia en el Servicio, una de bronce y otra de plata, en 2008 y en 2017, según han indicado fuentes del instituto armado.