En los instantes justo después del accidente, se puede ver el nerviosismo y cómo los pasajeros del primer vagón son evacuados a través de las ventanas, mientras que los del resto de vagones intentan salir por su propio pie. En total viajaban 65 personas.

El tren con destino Oporto salió de Vigo pasadas las 9 de la mañana, y 20 minutos después se produjo el descarrilamiento, a pocos metros de pasar por la estación de O Porriño. "Veníamos en el segundo vagón y de repente sentimos el golpe y los gritos de la gente", explica uno de los testigos.

La estación y su cafetería se convirtieron en ese momento en un hospital de campaña improvisado, donde los testigos del accidente prestaban su ayuda como podían.

De momento son cuatro las personas muertas, entre ellas el maquinista de nacionalidad portuguesa y el interventor, español. Sin embargo, no se descarta que debajo del amasijo de hierros pudiera haber alguna otra víctima mortal, según ha confirmado Núñez Feijóo.

Además, otras 48 personas han tenido que ser atendidas por heridas de diversa índole. Adif ya ha abierto una investigación para intentar aclarar cómo se produjo el accidente.