"Escuchamos un fuerte estruendo", explica una mujer de la zona. En Náquera, Valencia,  se han suspendido las clases en el colegio. Las aulas son barracones improvisados que han terminado inundándose. Los padres recogían a los niños horas después de haberlos dejado a la puerta del colegio.  El temporal también se ha hecho notar en el mar. Los barcos mercantes esperan que amaine la lluvia para zarpar.

Las lluvias torrenciales también se han notado en Galicia. Una calle del centro de Ourense quedaba anegada. No sólo cayó agua, también cayeron más de 6.000 rayos que sembraron el pánico entre los vecinos. "Había unos relámpagos que nos rompían los cristales. Temblaba toda la casa", afirma una vecina. La inestabilidad estará presente a lo largo de toda la semana, sobre todo en Castellón y en el sur de Tarragona.