"Mi hijo prefiere estar muerto antes que ir a la cárcel", así se expresó la madre de Jorge Ignacio, presunto asesino de Marta Calvo en la localidad valenciana de Manuel, ante la Guardia Civil el día 17 de noviembre, diez días después de la desaparición de la joven.

Es lo que figura en la diligencias del caso, a las que ha accedido 'Las Provincias'. Esas palabras pertenecen a la declaración que hizo cuando se dirigió al cuartel de la Guardia Civil para denunciar la desaparición del narcotraficante.

No aportó datos sobre su posible paradero pero hizo una descripción exhaustiva del joven alegando que se había esfumado el 13 de noviembre después de que ella le pidiera que fuera a una comisaría ya que estaba siendo buscado por la desaparición de Marta Calvo.

Solo 17 días después de este episodio, Jorge Ignacio se entregaba a la Guardia Civil en Carcaixent confesando que había descuartizado el cuerpo de la joven aunque negando que hubiera muerto violentamente. Aseguró que murió después de practicar sexo con consumo de cocaína.

Y es que después de su detención ha habido un goteo incesante de noticias sobre su implicación en la muerte de otras mujeres a las que presuntamente habría introducido cocaína en los genitales. También se han sucedido las mujeres que han denunciado que Jorge Ignacio les intentó convencer para practicar la conocida como 'fiesta blanca' (sexo con consumo de cocaína).

Precisamente este martes se ha conocido que tres mujeres más han declarado contra el presunto asesino de Marta Calvo. Según apunta 'Levante-EMV', con estas tres nuevas acusaciones, ya son seis los testimonios de mujeres que sobrevivieron a encuentros con Jorge Ignacio y de los que dispone la Guardia Civil. Todas las denunciantes coinciden en que el detenido les introdujo o les intentó introducir cocaína en los genitales.

Todo esto ocurre mientras la búsqueda el cuerpo de Marta Calvo se eterniza. Los restos de la joven no aparecen entre las toneladas de basura del vertedero valenciano de Dos Aguas. A pesar de ello, la búsqueda no cesa y los agentes siguen analizando cada rincón en busca de algún resto biológico.