La madre de la bebé de Mieres, Asturias, ingresada en prisión acusada de maltratar a la pequeña y causarle graves lesiones que la llevaron al
coma, señaló a los agentes de la Policía que la zarandeó "pero no fuerte, sino
suave, para que no se tragase su vómito".
Según informa 'El Comercio', la madre atribuyó las lesiones
de la niña a las agresiones que le perpetró el padre biológico y es que asegura
que ese hombre agredía a los hijos que tienen en común y a ella misma.
La mujer, que está embarazada de otro hijo con su actual
pareja, señala que acudió el pasado martes a Cáritas por la tarde y dejó a la
niña, que estaba "bien", con su novio. A su regreso a casa vio que su pareja
sujetaba a la niña. "Casi se muere en los brazos, se estaba quedando blanca",
relata.
Explica que desde ese momento "dejó de comer" y "devolvía
todo el rato": en ese momento la zarandeó "para que no se tragase su vómito".
Tras acudir a urgencias, según declaró, la remitieron a su pediatra. El jueves
de esa semana acudió a la cita y allí se encontró a su expareja y su otro hijo.
La madre señala que la última vez que el padre biológico
había visto a la bebé fue hace dos meses y explica que "el 25 de diciembre le
dio una bofetada en la cara y le apretó la cabeza". Según ella, esto explicaría
el coágulo de sangre que la pediatra le detectó en esa cita. Además, aseguró
que su expareja las quiere "ver muertas".
La niña también presentaba hematomas en la parte anterior de
los hombros y ella apuntó que no los
había visto antes. La noche de ese mismo jueves la bebé volvió a respirar mal y
la actual pareja de la madre le hizo el boca a boca porque "la niña estaba
medio muerta".
Ya el viernes, declaró la madre, la niña “se puso mala sola”,
por lo que llamó al 112. Ella señala que solo la zarandeó el martes porque "se
estaba ahogando". Además defiende que nunca había visto a su novio actual maltratarla.