Lo que preparaba la célula de Barcelona era un atentado a gran escala. Así lo explica Manu Marlasca: "Querían cargar tres furgonetas con TATP, un potentísimo explosivo compuesto por elementos muy fáciles de adquirir como acetona, agua oxigenada o ácido sulfúrico".
El problema de este explosivo, que ya se usó en los atentados de París y Bruselas, tienen un problema. "Son muy volátiles y hay que manejarlos en unas condiciones muy especiales porque si no, ocurre lo que ha pasado en la casa de Alcanar, que ha quedado completamente destrozada", analiza el jefe de investigación de laSexta.
En esa casa había en el momento de la explosión tres personas. El detenido que se encuentra en la comisaría de Tortosa, una persona que murió como consecuencia de la explosión y al menos, seguro, una tercera persona, porque se han encontrado restos de una oreja que no pertenecen a ninguno de los anteriores.
En esta casa es donde se estaba fabricando la masacre que, según las investigaciones de los Mossos, iba a ser perpetrada más adelante porque estaba en una fase inicial.
Al parecer, en la operación faltaba un elemento clave, "el ácido sulfúrico", si bien es cierto que en las últimas horas los Mossos han paralizado el desescombro en Alcanar tras encontrar un bidón con sustancias químicas sin identificar. "Las bombonas de butano que había en la vivienda no eran más que elementos para reforzar los efectos de la explosión".
Los Mossos buscan ahora a la persona que les ha enseñado a realizar todo ese material, porque no es fácil de aprender. El grupo que ha atentado es una célula yihadista muy organizada, no son simplemente un lobo solitario, como en los últimos atentados europeos.
Los agentes necesitan ahora descubrir quién es el gran dinamizador de esta célula. Todas las células de este tipo necesitan un dinamizador espiritual para que les convenza de que pasen a la acción y otro dinamizador militar, que tenga un adiestramiento para poder hacer esas bombas.
Por lo tanto, es una célula con alta preparación, pero que tuvo que improvisar mucho. Por ejemplo, una de las tres furgonetas alquiladas se les averió en mitad de la carretera en Cambrils por lo que tuvieron que dejarla allí y subirse a otro coche.
La célula era totalmente invisible para los agentes porque eran terroristas muy jóvenes, sin gran actividad en las redes sociales; porque vivían en Ripoll perfectamente integrados entre los vecinos; y eran invisibles porque es una célula que era totalmente discretos y que nunca hacían gala del yihadismo.