Los trabajadores de Iveco se concentraron este pasado martes a las puertas de la empresa tras conocer que su compañera Verónica se había suicidado. Durante días, un vídeo sexual suyo, grabado años antes, estuvo circulando entre sus compañeros de trabajo: casi todos los 2.500 empleados de la firma lo vieron y algunos además lo compartieron.

"Al principio no quiso hacer caso", contaba su compañero Iván Cacho a 'Espejo Público' sobre el calvario que sufrió Verónica desde que se difundió su grabación íntima. Y es que no solo fue víctima de las miradas de sus compañeros, sino también del acoso de algunos, "gente que iba al puesto de trabajo para ver quién era la compañera" que aparecía en el vídeo. "Sufrió mucha presión", lamenta.

Lo que más temía la víctima era que la grabación, realizada cinco años antes, llegara hasta su marido, pero alguien se encargó de que así fuera. Cuando ocurrió, "se le cayó el mundo", según afirma Iván, y tan solo un día después se quitó la vida.

"Se puso muy nerviosa y se tuvo que marchar de la fábrica porque no aguantaba la presión", explica otra empleada, Susana Martín. "Ella quería que la historia pasase, que la gente dejara de hablar cuanto antes".

Ahora, la sensación generalizada entre los compañeros de la fallecida es que hay "responsabilidades compartidas" en el trágico desenlace de este caso, que, según ha advertido el comité de empresa, tendrán que depurarse. "Los que recibieron el vídeo, los que lo difundieron y lo vieron" son también culpables, decía el propio Iván, que lamentó no haber sabido cómo ayudar a su compañera y "cómo tratar un tema de esta envergadura".

Sin embargo, también apuntó a que la empresa tiene su parte de responsabilidad "por haber sabido de esto y no haber sabido atajarlo". No es el único que piensa así, ya que CCOO ha anunciado que denunciará a Iveco por no haber activado el protocolo de acoso sexual en el caso de Verónica, que había comunicado la situación a Recursos Humanos.

El sindicato pide que se considere su muerte como un accidente laboral, porque "siendo conocedora de la situación de riesgo" de su empleada, la empresa no tomó "ninguna medida preventiva". La "inacción" de la compañía, aseguran, "ha sido un factor decisivo en el lamentable resultado del fallecimiento" de la joven, que tenía dos hijos.