La puerta del hospital de Basurto, en Bilbao, sigue destrozada después de que el hermano de un paciente empotrara su coche en Urgencias.
El hombre, de 30 años, dijo que su hermano estaba muy grave y que no podía esperar, que tenía que ser atendido de inmediato. Fue detenido por conducción temeraria y daños contra los bienes públicos.
No solo metió el coche hasta la ventanilla de admisión, sino que exigía que atendiesen a su hermano de inmediato, amenazando a todos para que lo hicieran. "¡He sido yo! ¿Qué pasa? ¡Si se muere mi hermano os mato a todos!", gritaba, "¡atended a mi hermano, que os mato!"
Un familiar le saca fuera de la planta, pero allí continúan las amenazas. Después, agrede a un conductor de ambulancia y finalmente los vigilantes de seguridad consiguen esposarle.
Imanol Rodríguez, enfermero del Servicio de Urgencias que presenció el incidente, cuenta cómo hubo "gritos, derrapes, humo de las ruedas, del tubo de escape". "Había una situación de miedo", resume.
El detenido, que se negaba a hacerse la prueba de alcoholemia, fue detenido por conducción temeraria y daños contra bienes públicos, entre ellos, la puerta de entrada.
El principal problema, sin embargo, fue sacar después el coche. Uno de sus acompañantes, más calmado, lo intentó, sin éxito.
Este ha sido un caso extremo, pero los trabajadores del hospital dicen que cada vez reciben más agresiones. "Cuando los pacientes creen que están esperando demasiado, se acercan a increpar a las personas y les llegan a insultar", cuenta Gustavo Pastora, portavoz del sindicato ESK.
Según fuentes del centro sanitario, el hermano del detenido ya ha sido dado de alta.
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