Leandro, el presunto descuartizador de Valdemoro, es amante del gimnasio, de los tatuajes y de los
escenarios macabros. En sus fotografías se muestra posando entre lápidas y
panteones.
Los vecinos de su barrio
aseguran que vivía de okupa en la casa donde asesinó a la joven de 18 años
desde 2014. En ese lugar había instalado su estudio de tatuajes, de hecho, se
hacía llamar en redes sociales el "carnicero tatuador" y es que sus dibujos
favoritos eran los de temática diabólica.
El joven, de
nacionalidad colombiana, tenía antecedentes y está vinculado a grupos neonazis.
En 2014 fue detenido por apuñalar a un antifascista y, con un tuit, los jóvenes
de extrema izquierda 'Valdemoro Antifa' ya distribuyeron su imagen para
localizarlo.
A pesar de este
historial, nadie pensó que fuera capaz de realizar un crimen tan atroz como
ese. El juez ha ordenado su ingreso en prisión acusado de asesinar y descuartizar a una joven de 18 años. Los agentes le sorprendieron el pasado miércoles
cuando tiraba la cabeza de la víctima en un matorral.
Fue su novia la que
alertó a los agentes. Ella aseguró ante la Guardia Civil que Leandro le pidió ayuda para descuartizar el cadáver y ella, presa del pánico, accedió.
Se trata de un macabro
crimen en el que todavía quedan cuestiones por resolver. Los investigadores
sospechan que la víctima murió asfixiada y estudian la relación que había entre
la víctima y el presunto asesino.