María José se animó a probar los tratamientos faciales a raíz de la pandemia. Y es que, tal y como cuenta, "desde que todas las reuniones se hacen vía Teams, es verdad que te ves mala cara, ojeras o arrugas".

Con el aumento del teletrabajo y las videollamadas, el 39% de las personas no se ve bien en la pantalla, y de hecho, cerca de un 50% pasa más tiempo analizando su imagen que atendiendo a la conversación. "A veces me tengo hasta que quitar la cámara. Yo creo que le pasa a casi todo el mundo, aunque no lo confiese", reconoce María José.

Los nuevos hábitos adquiridos por la pandemia han provocado que se disparen algunos retoques estéticos hasta un 30%, "sobre todo ahora que las mascarillas nos asfixian muchísimo la piel", según señala Sandra Recio, esteticista.

En este sentido, César González, médico estético, indica que "lo más demandado últimamente es el tratamiento de bótox y el de las ojeras".

La mascarilla tiene mucho que ver con el tipo de retoques más demandados ahora mismo: "Antes casi no nos fijábamos en los ojos y ahora todo el mundo quiere tratamientos para resolver los problemas de ojeras, bolsas o patas de gallo, porque es lo único que estamos dejando ver", afirma Carmen Navarro, directora de 'Centros Carmen Navarro'.

De hecho, con el uso de la mascarilla, el principal objetivo para muchos españoles es rejuvenecer la mirada, es decir, todos los tratamientos que tienen que ver con el tercio superior de la cara: el tratamiento en frente, entrecejo, patas de gallo y ojeras.

Los tratamientos corporales más demandados

Además, el aumento del teletrabajo y la falta de actividad también pasan factura. "He reducido mucho el movimiento, trabajamos mucho en casa sentados y he notado cambios en el cuerpo que quería mejorar", cuenta Marta García, quien ha recurrido a tratamientos estéticos corporales.

En lo referente a los tratamientos corporales, también se han disparado en más de un 30%, y entre ellos destacan los masajes reductores, la presoterapia y la radiofrecuencia.