María Luisa es la chef de un restaurante donde se sirven colmenillas. Las toxinas de estas setas se eliminan con el calor, por lo que ella utiliza su propio método: "Yo las cuezo hasta tres veces para eliminar la proteína que ataca mucho a las plaquetas y los leucocitos".

Después deben saltearse en la sartén y ya están listas para consumir sin riesgos. También es fundamental asegurarse de la procedencia.

Previamente, eso sí, deben haber sido deshidratadas, el proceso más seguro para eliminar la toxina junto a las altas temperaturas, bien con un secado natural (tras la recolección), o con un deshidratador de alimentos.

Las colmenillas suelen aparecer en bosques o zonas quemadas. Pueden causar problemas digestivos, cardiovasculares y también neurológicos si están poco cocinadas o si se ingieren en grandes cantidades. Lo mismo ocurre con otros tipos de boletus, o la amanita Rubescens.

Los expertos coinciden en que el caso de la mujer muerta en Valencia tras comer arroz con setas es muy inusual. "Es muy raro el desenlace mortal", ha asegurado Ignacio Martínez, biólogo y miembro de la Sociedad Micológica de Valencia.

Investigan la muerte de una mujer por una posible intoxicación en un restaurante de Valencia