La Policía buscó durante 15 días por toda Murcia a la jugadora holandesa de voleibol, Ingrid Visser, y su pareja. Encontraron sus cuerpos descuartizados y metidos en bolsas de basura en una finca de limoneros de una pedanía cercana a un hotel, donde se les vio por última vez.
La investigación policial no tardó en señalar a Juan Cuenca, exgerente del Club de Voleibol Murcia 2005, como máximo responsable del doble asesinato. Este hombre debía 50.000 euros a la pareja. El propio Cuenca llevó a los agentes hasta la casa, donde, presuntamente, habrían mantenido una reunión que terminó con el asesinato premeditado del matrimonio.
En el escenario había cinco personas: la pareja, Cuenca, y dos sicarios contratados por él, también acusados de asesinato. Los tres defienden que había una sexta persona, de la que no sabe nada, que mató y llevo los cuerpos hasta la propiedad de Serafín de Alba, un amigo de Cuenca.
La Fiscalía pide para los acusados 50 años de cárcel y tres para el encubridor, aunque están tratando 'in extremis' de rebajar la pena. "Hasta el último momento vamos a ver la posibilidad de llegar a un acuerdo", afirma el abogado de Juan Cuenca, José María Caballero.
La defensa ve muy difícil probar su inocencia. "Me va a costar mucho luchar ésta línea de defensa, pero en cualquier caso, mi cliente se considera inocente de los hechos que se le imputan", asegura Melicio Castaño, abogado de Constantín Stan.
Aún así, el jurado popular ya ha sido constituido y arrancarán las declaraciones.