Tres repugnantes minutos

De los insultos a los tocamientos: 24 horas de la agresión sexual de un fascista a dos activistas que sigue sin consecuencias

La otra cara Las dos mujeres aún no han interpuesto denuncia y la Fiscalía no puede actuar de oficio debido a que los delitos sexuales son considerados delitos semipúblicos por tener un alto grado de intimidad y de subjetividad.

Agresión sexual a dos activistas.

24 horas después de la agresión sexual continuada contra dos mujeres sigue sin consecuencias. Un hombre agredió este jueves hasta en 25 ocasiones a dos activistas de Femen que protestaban contra el fascismo frente a la iglesia en la que los familiares de Franco iban a celebrar una misa por los 50 años de su muerte.

La agresión, además, fue capturada en directo por las cámaras de Más Vale Tarde. De los primeros insultos pasó rápido a la agresión sexual, con tocamientos e incluso pellizcos violentos en los pechos de las mujeres, hasta que logró arrinconarlas contra la pared. La agresión duró en total tres largos minutos.

Las dos activistas de Femen aún no han interpuesto denuncia y como la Fiscalía no puede actuar de oficio este individuo, al que se vio con la bandera anticonstitucional en la mano y un puro en la boca, sigue con su vida, libre, como si tal cosa.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, lo vio en directo y este viernes se ha manifestado en su cuenta de X: "Cómo de impune se tiene que sentir para agredir a dos mujeres delante de las cámaras". "Han pasado 50 años y hay quien no ha aprendido nada, pero la sociedad en general sí y ya no consentimos que se abuse de mujeres ni se admire a un dictador", ha agregado. Y ha remarcado: "Nuestros cuerpos son nuestros".

Mientras, Femen ha asegurado en un comunicado que están estudiando acciones legales, ante lo que salta una pregunta: ¿Por qué no puede actuar de oficio la Fiscalía si claramente ellas no estaban consintiendo y se vio todo en directo? El motivo es que los delitos sexuales son considerados delitos semipúblicos por tener un alto grado de intimidad y de subjetividad.

Esto se traduce en que son las propias víctimas, en este caso las dos activistas, quienes tienen que poner una denuncia para que la Fiscalía pueda actuar. Una vez interpuesta, en caso de que la retiraran, la Fiscalía sí podría seguir con el proceso. Esta es la diferencia con los delitos privados, por ejemplo el de injurias, en los que si la perjudicada retira la denuncia la Fiscalía no puede continuar. O con los públicos, como sería un homicidio, en los que no hace falta denuncia para que la Fiscalía actúe.

De esta forma, la Fiscalía necesita la denuncia de las dos activistas, pero ¿y la policía? Se trató de hasta 25 ocasiones en las que el individuo agrede o intenta agredir a las dos mujeres. Sin embargo, la respuesta es muy similar. Si hubiesen estado presentes agentes de policía le habría parado, pero tendrían que haber preguntado a las mujeres si querían interponer una denuncia para poder llevárselo detenido.

Mientras, las mujeres tienen cinco años hasta que prescriba el delito. Ante el que hay que tener en cuenta que se trataría de agresión sexual continuada, según quedó claro en las imágenes en directo. Al tratarse, por tanto, de tratarse de tocamientos, manoseos y de una reiteración violenta de la agresión, a este delito le corresponde pena de cárcel de uno a cuatro años.

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