Los restos del huracán Pablo han dejado hasta 30 litros por metro cuadrado y vientos de 100 kilómetros por hora.

Además, se trata de un fenómeno formado con la temperatura del mar mucho más fría, ya que normalmente se encuentra a 26ºC y esta vez se encontraba entre 18 y 20ºC. Otra de las particularidades del huracán es que se ha formado muy al este, y muy rápidamente ha evolucionado hasta casi una borrasca.

Mientras en Santiago de Compostela se han registrado 10 litros por metro cuadrado, en el interior de A Coruña han caído hasta 30 litros por metro cuadrado. Aun así, la temperatura continúa siendo alta para el mes de octubre en Galicia.