El viento cambiante complica las labores de extinción del incendiode Las Urdes, en Cáceres, que ha arrasado más de 8.500 hectáreas y avanza descontrolado.
La intensa humareda ha hecho que los vecinos de cuatro núcleos urbanos hayan tenido que ser desalojados: Descargamaría, Robledillo de Gata, Ovejuela y Cadalso.
Buena parte de los evacuados han sido trasladados hasta el polideportivo de Moraleja, donde se preparan para su segunda noche. La pasada madrugada llegaron prácticamente con lo puesto y algunos mayores olvidaron hasta su medicación.
En algunos casos las llamas se han quedado, prácticamente, a las puertas de las casas ante la desolación de los vecinos afectados. Algunos, como Raúl, no se dan por vencidos e intentan combatir ellos mismos con sus propios medios el fuego.
A pesar del riesgo, él se niega a marcharse: "¿Cómo voy a dejar aquí a mis animales, mi ganado y mis cosas? No puedo". "Ayer estaba verde y hoy se ha vestido de luto la sierra", sostiene visiblemente afectado.
En Torre de Don Miguel aumenta la preocupación mientras miran desconfiados la ceniza que llega hasta las calles del pueblo procedente del incendio.
Todavía recuerdan que hace menos de un año tuvieron que dejar sus casas también por las llamas. "Se queda uno sin palabras", cuenta un vecino.
Algunos perdieron su vivienda y meses después son casi incapaces de volver hasta el lugar porque la emoción les conmueve. "Fue terrible", recuerdan mientras tienen preparadas las maletas por si son desalojados de nuevo.
Otro gasto más
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