Alejandro Fernández conducía en West Alabama Street, Houston, cuando vio a un conductor circular de forma brusca y peligrosa.

Alejandro, quien tuvo un amigo que murió al conducir ebrio hace tres años, siguió al coche, que se detuvo brevemente en el aparcamiento de un restaurante. Ahí es cuando Fernández decidió actuar y pasar a la acción, según informa Chron.

Intentó sacar al conductor temerario del vehículo, pero él intentaba volver a conducir. "Apuesto a que habría atropellado a alguien, sólo necesitaba detenerlo para evitar que alguien fuera asesinado". Alejandro sacó a la fuerza al hombre, Sirkon Ash, de 28 años, del coche y lo retuvo hasta que llegó la policía.