Evitar que la lluvia cause más daño en un terreno arrasado por el fuego. Esta es la premisa bajo la que nació la técnica 'helimulching', con la que se consigue evitar que la zona afectada por un incendio acabe más erosionada.

Este palabra, de origen anglosajón, procede de la suma de dos términos: helicóptero (heli) y acción de extender una cama vegetal (mulching). En concreto, consiste en lanzar paja desde un helicóptero en el terreno calcinado, con el principal objetivo de evitar que la ceniza resultante del fuego acabe desplazándose ladera abajo, llegando a arroyos y ríos.

Galicia fue de las primeras comunidades autónomas españolas en emplear esta técnica, en el año 2010, y desde entonces cada vez se ha impuesto en más zonas como medida urgente de regeneración en las zonas calcinadas.

Al lanzar paja sobre la superficie quemada antes de que lleguen las lluvias, lo que se busca es crear una cubierta que permita que ese suelo pueda regenerarse y en el futuro se pueda volver a sembrar. Sin embargo, hay que tener cuidado, y es que es muy importante elegir muy bien el lugar en el que lanzar dicha paja, ya que no debe hacerse sobre todo el terreno.

La rentabilidad de esta técnica se logra aplicándola sobre el 5 y el 15% de la zona afectada. Para una mayor efectividad, es recomendable hacerlo sobre pendientes elevadas que hayan acabado muy afectadas por el fuego, evitando que estos lugares estén cerca de lugares poblados o cauces de ríos.

Una medida muy eficaz que surgió en Estados Unidos en 2006, y que evita que la ceniza que queda después del fuego acabe siendo arrastrada por la lluvia hacia caudales de ríos, lo que podría provocar una contaminación del agua, causando un mayor daño medioambiental.