El primer descubrimiento se hizo en los lavabos de una sucursal del banco UBS en el centro de la ciudad, y unos días más tarde en los retretes de varios restaurantes cercanos, informa el diario local Tribune de Genève, que se refiere así a un suceso que ocurrió "a principio del verano".
"No estamos interesados en los motivos, pero queremos asegurarnos del origen del dinero", ha dicho el portavoz de la Fiscalía, Vincent Derouand, agregando que ni tirar dinero ni saturar un retrete supone un crimen. El dinero -en su mayoría en billetes de 500 euros- fue confiscado durante la investigación y por el momento no está claro si se trata de dinero negro, tal y como ha asegurado Derouand.
En todos los casos se encontraron decenas de billetes de 500 euros, rotos y taponando sus respectivos váteres. La Policía helvética comenzó a investigar tras ver que el suceso ocurrió en varios lugares al mismo tiempo. Por ahora se desconoce o no ha trascendido quién o quiénes pudieron tirar esa cantidad y sobre todo por qué.
El Banco Central Europeo anunció en mayo de 2016 el cese definitivo de la impresión del billete de 500 euros, argumentando que su gran valor facilita el desarrollo de actividades delictivas, como el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo, sin dejar rastro.
El billete de máximo valor en Europa dejará de emitirse en 2018, cuando está planeado introducir los billetes de 100 y 200 euros de la nueva serie Euro 2, caracterizada por sus mayores medidas de seguridad y cuyos billetes de 5, 10 y 20 ya se encuentran en circulación, pero seguirá siendo de curso legal en la eurozona y podrá ser canjeado en cualquier banco central del conjunto del conjunto de estados miembro.