"El 6 de febrero, Caroline fue a una clínica conocida como el Centro Comunitario de New Njiru, donde se habría sometido a un aborto. Según las investigaciones, Caroline murió en la clínica y su cuerpo fue trasladado a la morgue", indicó la Policía en Twitter.

Las autoridades han arrestado ya a siete sospechosos del caso, incluidos la dueña de la clínica, varios trabajadores del centro, un conductor y el presunto novio de Mwatha, quien, según la Policía, era el padre del bebé.

Mwatha se encontraba en el quinto mes de embarazo y habría pagado unos 52 euros para que se le practicara el aborto, tras lo cual fue trasladada a la morgue en un vehículo privado, un día después de su desaparición.

Este tipo de lugares, abiertos en barrios marginales de la capital de Kenia, atienden las denuncias de ciudadanos relacionadas con asesinatos extrajudiciales, desapariciones forzosas, violaciones y todo tipo de situaciones violentas, además de brindar apoyo legal y ayuda psicológica a las víctimas.

El aborto es ilegal en Kenia, salvo si la salud y la vida de la madre están en riesgo, y, conforme a cifras de 2013, el país se encuentra entre los diez del mundo con más muertes maternas, con un 58%.