El hallazgo de una piedra milenaria con una inscripción única revela la existencia de una "comunidad multicultural" en el castillo de Tintagel, aquel que habría visto nacer al rey Arturo en Cornualles, en el suroeste del Reino Unido, durante la Alta Edad Media. Los primeros análisis del descubrimiento, del que informaron los expertos, desvelan que contiene ejemplos de escritura latina, letras griegas y símbolos cristianos datados del siglo VII d.C.
Los ejemplos de este tipo de inscripciones de la Alta Edad Media -el periodo inicial de opulencia durante el Medievo que abarcaría del siglo VI al XI- son poco habituales, por lo que English Heritage, el órgano de gobierno de áreas protegidas del Reino Unido, apuntó que esta roca de 1.300 años es excepcional.
Un comisario de la institución, Win Scutt, sostuvo que es "increíble" pensar que "alguien practicara su escritura, con frases latinas y símbolos cristianos" en el acantilado, ya que el castillo está situado a lo alto de una escarpadura. La leyenda cuenta que el rey Arturo, figura de la literatura europea que se presenta como el monarca ideal en ese periodo medieval, fue concebido en Tintagel, así como también sería la morada del rey de Cornualles en otra obra cumbre de la Edad Media, "Tristán e Isolda".
No obstante, los expertos afirmaron que la edificación fue el lugar donde se asentaron los primeros reyes de Cornualles, que mantuvieron muchos enlaces comerciales con el Mediterráneo durante la "Primera Edad de Oro de Cornualles".
El singular ejemplar fue encontrad en una excavación arqueológica de la zona, donde también se descubrieron cálices de cristal procedentes de España, cuencos de Turquía, huesos de ganado y conchas de ostras. La piedra, de poco más de medio metro de largo (61 centímetros), está hecha en pizarra de la zona y servía como repisa de ventana.
Los investigadores señalaron que la roca contiene nombres celtas, como "Budic", romanos, como "Tito" o "Titus", y palabras en latín, como "fili" -hijo- o "viri duo" -dos hombres-. Esta conjunción apunta a que en esa zona del norte de la costa podría haber convivido, según apuntó Scutt, una "comunidad cristiana, culta, con fuertes lazos desde la Europa Atlántica hasta el Mediterráneo". "No sabemos quién hizo esto ni por qué, pero sí podemos decir que en el siglo VII Tintagel tenía escribas profesionales familiarizados con las técnicas de realizar manuscritos y eso ya es extremadamente interesante", puntualizó.
Michelle Brown, experta en grafología de la Universidad de Londres, aseguró que todo el conjunto "revela preciosas pistas de la cultura que tenían los habitantes de Tintagel".
La inscripción es el segundo ejemplo de escritura del Medievo temprano encontrado en el lugar, donde en 1998 una roca donde se podía leer "Artognou" se confundió con una variante de "Arturo". En los próximos meses los profesionales investigarán más sobre el hallazgo, si bien desde el próximo sábado la piedra estará en exhibición dentro del castillo.