A veces comienza con un sencillo olor. Un ligerísimo hilo, un destello breve a través de una rejilla de ventilación, o de una alcantarilla, que casi parece una intuición. El rastro del cannabis nunca se sabe cuándo va a parecer, ni, sobre todo, dónde. Pero hay un lugar en nuestro país en el que esa posibilidad se multiplica: Granada. Porque es el epicentro del cultivo de marihuana en España.
Cada día hay al menos una operación de incautación de cannabis en la zona, según apuntan fuentes policiales a laSexta.com. Hace tan sólo unos días, se requisó la mayor plantación de marihuana descubierta hasta la fecha en toda la provincia: 40.000 plantas de marihuana y 130 kilos de la droga ya procesada.
Pero no sólo eso: en una tierra que se aró al principio con remolacha y después cultivó tabaco, y que luego se pasó a la marihuana; que acogió a hippies y ahora es la capital universitaria del sur del país, la siembra de cáñamo ha tomado tal dimensión que genera problemas de suministros.
Así, y con las propuestas presentadas en el Congreso en los últimos días por Unidas Podemos y Más País para regularizar el cannabis en la mano, a Granada puede cambiarle la cara. O mejor dicho, el olor. Incluso puede conseguir que se reduzca su factura de la luz y se genere más empleo.
Una maría con fama
"En Europa tiene fama la maría de Granada", admite un agente en conversación con laSexta.com. El cannabis granadino "va a Polonia, a Alemania, a Francia, a Italia…", mapea el investigador.
El cannabis granadino va a Polonia, Alemania, Francia o Italia
La posición geográfica, unida a la orografía del terreno, el clima y la distribución de la población dentro de la provincia hace que el cannabis haya arraigado en Granada. La desigualdad y el abandono institucional han abonado un cultivo que se antoja algo sistémico. Aunque también ha llevado ligada la proliferación de mafias y de inseguridad en determinadas zonas.
"Hay muchísimo cultivo: barrios, pueblos enteros"
"La marihuana es una realidad", señala, sin medias tintas, el defensor de la ciudadanía de Granada, Manuel Martín, en conversación con este medio. El olor no deja lugar a dudas, especialmente en pueblos como Atarfe, Pinos Puente o Peligros; o en la vega del Genil, pero también en los barrios del cinturón norte de la capital nazarí, como La Chana o Almanjáyar. "Hay muchísimo cultivo: barrios enteros", sostienen los investigadores consultados.
Con las fiestas hippies de la Alpujarra empieza todo. La gente va fumando y tiene una plantita en su casa
Así, y según paseas por diferentes zonas de la ciudad, un pequeño efluvio da la medida de lo que está sucediendo. "Granada lleva más tiempo produciendo marihuana a gran escala, antes que el resto de provincias de Andalucía. Con las fiestas hippies de la Alpujarra empieza todo. La gente va fumando y tiene una plantita en su casa", arguyen fuentes policiales.
"La mafia se lleva el 60% de beneficio y el particular el 40%"
Pero ya no se trata de autoconsumo. Ya no es cuestión de tener unas pocas plantas de cannabis en el domicilio. Ahora es una producción a gran escala y con un destinatario claro: los narcos y las mafias. Lo que se cría en Granada no se queda ahí.
Da igual que el lugar elegido sea un estupendo apartamento en una zona noble de la ciudad. A los agentes y a los jueces ya no les sorprende nada. "Ahora las mafias ofrecen, por ejemplo, por tener la plantación en tu casa, que ellos se quedan con el 60% de los beneficios, y tú el 40%. Eso lo tenemos detectado", defienden fuentes policiales.
De ser cultivo particular a hervidero de mafias, pero no toda la marihuana allí es ilegal
Pero no toda la marihuana granadina es ilegal. La capital nazarí cuenta con un potente sector cannábico, con diferentes grow shops, y comercio alrededor de este cultivo. Algo que es legal siempre y cuando se dedique a la colección.
Autocultivo y consumo particular
La diferencia radica en saber qué es delictivo. "Más que un vacío legal, hay una prohibición con algunas áreas grises. Están en cultivos pequeños las diferencias: el autocultivo no es delito. El artículo 368 del Código Penal es muy ambiguo, no da parámetros. Hay gente a la que absuelven con 10 kg y hay gente condenada con 500 gramos", comenta el abogado especialista Héctor Brotons, director del estudio jurídico Brotsanbert.
Hay gente a la que absuelven con 10 kg y hay gente condenada con 500 gramos
Técnicamente, se castiga el cultivo, la elaboración y el tráfico de drogas, pero no el consumo individual y aislado. Pero, ¿cómo se define eso?
De momento, la Justicia avala la doctrina de la Fiscalía, que basa el concepto "cantidad de notoria importancia" en un acuerdo del pleno de la Sala Segunda del Supremo del 11 noviembre de 2001: a partir de las quinientas dosis referidas al consumo diario que aparece en el informe del Instituto Nacional de Toxicología de 18 de octubre de 2001.
En el caso de la marihuana, se trata de 10 kilos; del hachís, 2,5 kg, y del aceite de hachís -que no aceite de CBD (cannabidiol)-, 300 gramos.
"Exporta marihuana e importa criminalidad"
"España exporta marihuana e importa criminalidad. Al no regularse, no se controla. Está fuera de sí", suspira Brotons.
"España exporta marihuana e importa criminalidad. Al no regularse, no se controla. Está fuera de sí
Lo cierto es que el mercado del narcotráfico tiene a mano otras sustancias. Se genera un menudeo entre diferentes drogas con los excesos de producción, porque se generan otros beneficios.
"Hay gente que lo cambia por otras sustancias si tiene una muy buena producción, porque hay mercado para todo", apunta un agente de la Policía Nacional consultado por laSexta.com. Aquello genera enjambres, nidos de diferentes narcos y mafias que se mueven alrededor y que estabulan en el entorno de la provincia nazarí.
Mayor vigilancia antidroga en Granada que en el resto de España
Tratan de ser discretos, porque las autoridades están ojo avizor. Para empezar, fuentes del sector consultadas por este medio apuntan que en Granada la presión de la Guardia Civil y de las autoridades es más fuerte que en otros lugares de Andalucía.
La Fiscalía Antidroga se reforzó con un puesto en Granada con un adjunto
"Donde aparecen más casos es allí, que es por dos factores: es donde más habrá, pero incluso la Fiscalía Antidroga se reforzó con un puesto en Granada con un adjunto. Posiblemente por la alarma social, las penas están muy sujetas a interpretación y allí castigan más que en otros sitios", comenta esta voz autorizada.
Enganche a la luz 24 horas
Tanto en el cultivo rural como urbano de marihuana, el mayor gasto es el de la luz.
La descontroladísima demanda de red eléctrica, imprescindible para mantener las lámparas y la climatización que requiere el cultivo de marihuana, mayoritariamente enganchada de manera ilegal, hace que salten los fusibles, se quemen los transformadores, se produzcan apagones que duran horas, y días, y semanas.
"El de la energía eléctrica es otro problema", sostienen fuentes policiales. "Ellos, aunque quisieran, no pueden pagar la luz. Se notaría rápidamente, porque se nota: es un gran consumo de energía eléctrica".
Con la tecnología actual, lo que antes tardaba en crecer ocho meses, ahora lo hace en tres
Así, los investigadores explican que, con la maquinaria actual -extractores de humo, aires acondicionados, lámparas…- y enganchada todo el rato al suministro, lo que antes tardaba en crecer ocho meses, "ahora lo hace en tres".
"La marihuana está produciendo mucho dinero. En el barrio de la comandancia de la Guardia Civil de Granada, ves a niñatos [sic] con carros impresionantes", inciden fuentes policiales. "Da muchísimo beneficio. El problema que tiene es que los gastos de luz no los tienes. Eso lo pagamos los 'españolitos' en nuestra factura de la luz".
El problema es tal que en la zona norte de la capital granadina los cortes de luz son una constante. Y esto quiere decir, sí, inviernos sin calefacción y veranos sin aire acondicionado. Por no hablar de quien depende de un respirador.
Cortes que dejan sin luz a más de 50.000 habitantes
Son cortes y microcortes de luz que afectan a más de 50.000 habitantes y que, lejos de apaciguarse, aumentan con el paso del tiempo.
Para Manuel Martín, el defensor de la ciudadanía de Granada, son "dos problemas bien definidos y diferenciados". Uno, vivir sin luz y pagando luz, que con facturas pagadas estén sin suministro. Otro, el de la marihuana.
Vecinos que viven sin luz y pagando luz, que, con facturas pagadas, están sin suministro
"Ha habido épocas de 13, 6 horas sin luz. Son muchas horas sin luz, durante varios días seguidos. Conozco una alumna que tenía que estudiar y se preparó la selectividad debajo de una farola porque en su casa no había luz", asegura el representante público en conversación con laSexta.com.
"Pagan la luz y no tienen luz"
A sus ojos, "hay quien nunca pierde, que ́sólo gana, y hay vecinos que siempre pierden porque pagan su factura y no se les da la luz". "Lo que está pasando es causa y consecuencia de la pobreza y el abandono. El consumo y cultivo es causa y consecuencia de la pobreza y el abandono".
Martín sostiene que se hacen "actuaciones puntuales, pero no se va a la raíz del problema". "Mientras tanto, el barrio está agonizando y se está dejando morir a mucha gente. Quiero resituar el problema. La mayoría tienen un contrato en regla que pagan luz y no tienen luz. También hay un grupo de personas que no pueden pagar luz, a las que hay que darle una solución social, y hay una minoría que hace un uso ilícito. Meterlos en el mismo saco es un error".
Lo que está pasando es causa y consecuencia de la pobreza y el abandono. El consumo y cultivo es causa y consecuencia de la pobreza y el abandono
Pero los cortes siguen. Desde Endesa, responsables del suministro eléctrico, alegan que una única plantación indoor consume lo equivalente a 80 viviendas.
"Allí hay, ahora mismo, tres veces más potencia que la que tenemos contratada. Es la pescadilla que se muerde la cola, porque cuanto más invertimos, más enganches, pero no podemos dejar de prestar el servicio para los ciudadanos que hacen un buen uso y tienen todo el derecho del mundo a recibir por lo que pagan", comenta una portavoz de la compañía en una llamada con laSexta.com
2.300 familias residentes y capacidad para abastecer a 11.000
La red de distribución de ciertos puntos de la Zona Norte de Granada está "sometida a un continuo sabotaje con fines delictivos, especialmente destinado a cultivar plantaciones de marihuana que demandan cada una de ellas unas potencias que equivalen al consumo de 80 viviendas y que suponen en su conjunto el 80% del consumo total de la zona", alega la eléctrica.
Así, esta sobrecarga a la que está expuesta la red de distribución no tiene "ninguna justificación ni explicación técnica, ya que la capacidad de las instalaciones es muy superior a la que teóricamente se necesitaría, incluso, si los usuarios en situación 'legal', con contrato en vigor e instalaciones interiores conforme a la normativa, utilizasen todos sus suministros a la máxima potencia".
Sólo el 31% de los 4.633 suministros que abastece la Zona Norte tienen contrato en vigor
"Aún habría capacidad en los centros de transformación para suministrar a otros 2.500 clientes más en las mismas condiciones", incide la portavoz. Lo cierto es que, en cifras proporcionadas por la propia Endesa, la potencia total contratada en los 10 centros de transformación más afectados por el fraude (en total en la Zona Norte hay unos 59 centros de transformación) es solo del 28% del total de la potencia instalada en estos 10 centros, que es de 15.410 kilovatios.
Además, únicamente el 31% de los 4.633 suministros a los que abastecen estos 10 centros de transformación tienen contrato en vigor. Se trata de un entorno en el que viven 2.300 familias y que ahora cuenta con energía suficiente como para abastecer a 11.000, es decir, cinco veces más de la población.
150 millones de euros más al año en la factura de la luz
Y esto tiene implicación en el bolsillo ciudadano: no sólo por el precio de la luz actual, la factura en Granada no para de encarecerse, porque la energía defraudada supone un incremento del precio del kWh para los consumidores. Son los que tienen un contrato en vigor quienes soportan el coste económico del fraude.
Porque no, el coste de los enganches no los sufraga Endesa. Así, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, se incrementa la factura de la luz en casi 150 millones de euros sólo el año pasado.
Técnicos de Endesa que acuden a desmantelar enganches con pasamontañas, acompañados de la Policía ante las amenazas
El problema es tal que los técnicos han de acudir a desmantelar enganches con pasamontañas para que no se les reconozca. "Van con el rostro cubierto, pero no por los vecinos. No se estigmatiza a los vecinos, sino que aquí hay mafias instauradas a nivel europeo y muy bien organizada. Amenazan, apedrean el coche, sacan armas, pero no pueden dejar de ir porque es un servicio esencial. No podemos acudir sin ir acompañados de las fuerzas y cuerpos de seguridad", explican desde Endesa.
Más País y Podemos quieren regularlo
¿Qué salida hay? No hay unanimidad entre las partes implicadas. Hay quien piensa en endurecer las penas y castigar a los delincuentes. Pero en los últimos días varios partidos de izquierdas han presentado sus propuestas, a nivel nacional, de la legalización del cannabis.
Pedro Vera, responsable de Más País, asegura en charla con este medio que una propuesta como la de su formación "permitiría sacar esos cultivos en precario de pisos y naves industriales, trasladándolos a su lugar lógico, que es el campo".
"Esto acabaría con muchos de los 'enganches' ilegales que se producen como consecuencia de los cultivos indoor", continúa. "Y con respecto a la seguridad, nuestra propuesta plantea una clara disyuntiva al poder legislativo: hay que elegir entre que el mercado del cannabis esté bajo control público o que continúe en manos de organizaciones criminales".
Más País y Unidas Podemos han presentado dos proyectos de ley esta semana en el Congreso para legalizar el cannabis
Para Unidas Podemos, en palabras de su diputada Lucía Dalda, su propuesta, que es otra diferente, permite la tenencia y consumo de productos del cannabis, así como su cultivo, distribución y venta, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas en la ley y en los reglamentos que se desarrollen. Por ejemplo, el consumo del cannabis solo podrá llevarse a cabo en el ámbito privado y en los espacios habilitados en la ley y se establecen los 20 metros cúbicos de fronda a término como límite para el autocultivo, o el máximo de 10 gr. de consumo al día.
En este sentido, la proposición de Ley de UP regula el autocultivo, las asociaciones y el mercado a través de un sistema de licencias "con un fuerte control por parte del Estado y las comunidades autónomas, con el fin de sacar a flote una economía sumergida que se está desarrollando en la clandestinidad y que generaría miles de puestos de trabajo".
¿Un futuro verde?
El abogado Héctor Brotons cree que lo mejor sería regular la marihuana. "La postura de España es excesivamente rígida. Todo ese potencial ya generado y al ser un país fuerte en la agricultura, podríamos destacar y ser punteros en otros productos de CBD, cannabis light o uso medicinal".
Está por ver si las propuestas salen adelante en el Congreso de los Diputados. Pero ese sí o no puede ser trascendental para Granada.
Una Granada que tiene en el horizonte terminar con las redadas, devolver los suministros a quien los ha pagado, terminar con los sobrecostes que tan sólo benefician a los menos buenos y aflorar una riqueza que, de momento, sólo se mueve entre las sombras. Todo, todo, sin perder ni un poco del embrujo de este reino.