El Gobierno ha acordado otorgar la nacionalidad española por carta de naturaleza a las misioneras africanas Paciencia Melgar y Helena S. Polo, que colaboran de forma desinteresada con la sanidad española en la lucha contra el ébola.

Paciencia Melgar Ronda, de 47 años y nacionalidad ecuatoguineana, padeció y superó la enfermedad en su país. Después, a petición de las autoridades sanitarias españolas, se trasladó a Madrid para donar plasma sanguíneo a un ciudadano español infectado por el virus y repatriado desde Sierra Leona. Posteriormente, ha donado plasma en repetidas ocasiones y se ha ofrecido para el estudio de su evolución durante un largo periodo de tiempo. Su ayuda, según el Gobierno, ha sido "vital" para la curación de la auxiliar de enfermería Teresa Romero.

Polo, de 36 años y nacionalidad liberiana, también padeció y superó el virus del ébola en su país de origen, y se trasladó a España para donar plasma en repetidas ocasiones y ser objeto de estudio por los especialistas españoles. Su colaboración también, según el Ejecutivo, ha sido determinante en la curación de Teresa Romero.

Ambas, además, siguen en la actualidad a disposición de los sanitarios españoles para continuar realizando las donaciones que se necesiten. La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada discrecionalmente por real decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales y después de tramitar un expediente para cada caso particular.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el Ejecutivo ha tenido en cuenta para la concesión la trayectoria personal de las dos hermanas como misioneras de la Inmaculada Concepción, al dedicar su vida al servicio de los demás y al cuidado y atención de enfermos de ébola. Y en concreto, por su colaboración "absolutamente desinteresada en la donación del suero" para el tratamiento de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, que ha superado la enfermedad.

Además, las dos hermanas, según ha hecho hincapié Sáenz de Santamaría, han accedido a seguir colaborando durante el tiempo que sea necesario, con lo que "tener acceso a dos donantes altruistas, dispuestas a continuar realizando estas donaciones es una oportunidad científica excepcional". También esta concesión es, según la vicepresidenta, un agradecimiento" del Estado español "a su tarea hacia los futuros pacientes que pueden verse beneficiados en todo el mundo por su generosidad y su vocación al servicio a la sociedad". Por todo ello, el Gobierno agradece el "extraordinario, generoso y altruista comportamiento" de las dos hermanas.