Existe por toda Europa un 'boom' de turistas estadounidenses. Nuestro continente es el destino más caliente, ahora mismo, para ellos. De hecho, en España "son la segunda nacionalidad de clientes detrás de la española", explica Ramiro Martínez, director de calidad del hotel Bécquer de Sevilla.

Pero el sector del turismo está encantado. "El americano suelta la pasta", comenta el conductor de un coche de caballos. "Es el mejor, el que más propinas deja y el que mejor se comporta", añade un hostelero sevillano.

No obstante, sí crece un cierto choque de costumbres más allá de llevar "calcetines y chanchas" y sorprenden sus principales quejas: "En Estados Unidos el agua es gratis, aquí se paga y muy cara. Demasiado. Y esto es un problema para nosotros", asegura un turista estadounidense. Además, dicen que no servimos el agua suficientemente fría. "Allí, hasta en invierno, el agua está fría como el hielo. También se come mucho más tarde", indica otro turista. También les molesta que se pueda fumar en terrazas o chiringuitos: "Allí está totalmente prohibido", declara un turista estadounidense que pasea por Sevilla.

Pero, al final, más allá de estas cosas, se quedan con que los precios europeos porque les permiten darse ciertos lujos. Además, destacan que los españoles somos "simpáticos y muy animados". También coinciden en que "la comida es mucho mejor". Así que es por ello, el veredicto es claro: "Es un destino maravilloso, los españoles son muy amigables. Recomiendo a todos que vengan", tal como defiende y finaliza un joven estadounidense.