Los comercios del barrio de Bonanova, en Barcelona, han amanecido este viernes con cristales rotos, escaparates destrozados y pintadas. Concesionarios, bancos y cajeros fueron los objetivos. Los destrozos se produjeron justo al acabar la manifestación de los simpatizantes de los okupas. A golpe de maza, un joven intentó romper los escaparates de tres comercios.

Además, otro momento de tensión fue cuando trataron de cambiar el recorrido y los Mossos respondieron con cargas, mientras que los okupas reaccionaron lanzando botellas, piedras y palos.

La plaza Bonanova se blindó este jueves a las 19:00 horas para evitar enfrentamientos con un operativo policial de casi 400 agentes, y con retransmisiones en directo, gente subiéndose a farolas y señales para no perder detalle, al tiempo que otros evitaban el posible peligro viendo la escena desde los balcones.

Según datos de la Guardia Urbana, unas 500 personas se concentraron y marcharon por las calles de Barcelona en contra de la okupación, mientras que del otro lado había unos 600 simpatizantes de los okupas, que llegaron a las dos casas okupadas el 'Kubo y la Ruina' haciendo ruido.

Hasta 12 manifestantes antiokupas han sido denunciados por desobediencia, ya que intentaron acercarse a la casa de madrugada. Los Mossos aseguran que mantienen agentes en la zona para garantizar la seguridad de los vecinos.