Antes se bañaban en un mar color turquesa y ahora en un agua turbia. Para muchos vecinos de Moraira, han destrozado su playa. La culpa la tienen miles de toneladas de tierra de cantera que han puesto allí. Ahora hay más espacio para tomar el sol, pero el agua no es la misma. Los ecologistas temen que esa tierra afecte a las algas de la zona.
La principal preocupación de ecologistas es la salud de la posidonia oceánica, el verdadero pulmón de la zona. "Me parece una aberración. No se aclara el agua, cada vez está más turbia", ha dicho José Chiarri, presidente de 'SOS Moraira'.
"Me parece un atropello desde el punto de la conservación del patrimonio natural", ha expresado Javier Gimeno, abogado de 'SOS Moraira'. El enfrentamiento político está servido. El PSOE dice que avisó al alcalde. Héctor Morales, concejal socialista, pregunta: "¿Se planteó en algún momento decir que no a esta actuación? Él dijo que no".
El alcalde popular se justifica al asegurar que la elección de la tierra es decisión de la Dirección General de Costas. "En ningún caso nos pidieron autorización. Con los informes técnicos que traían y la memoria de las actuaciones nos dijeron qué es lo que tenían que hacer", ha detallado Carlos Linares, regidor de Moraira.
Polémica política aparte, entre los hosteleros y dueño de hoteles hay división de opiniones. Bert Wets, propietario de un restaurante ve que es una playa bonita y que la gente disfruta". Por el contrario, Ángel Montó, también dueño de un local hostelero, ve bastante bien que hayan arreglado la playa "pero no han utilizado los materiales adecuados".