El control que la Guardia Civil estableció en la carretera AP4 a la altura de Los Palacios (Sevilla) era antidroga. Ese punto se trata de una de las zonas calientes de la lucha contra el narcotáfico del Campo de Gibraltar; de hecho, dos de las seis víctimas mortales del atropello que se produjo este martes tenían antecedentes por narcotráfico.

Es por ese motivo que la Guardia Civil sospechó del conductor del camión en un primer momento, registrando el vehículo de arriba a abajo sin encontrar nada en su interior. Esto lleva a los agentes a pensar en que todo lo ocurrido en esa carretera fue un accidente.

El conductor es un ciudadano español de 59 años sin antecedentes penales que dio negativo en el test de drogas y de alcohol. Ante el juez, que le envió a prisión comunicada y sin fianza, ha asegurado que no vio el control. En el interior de su camión transportaba productos hortofrutícolas de Algeciras a Guarromán, en Jaén, y según el estudio del tacógrafo no circulaba con exceso de velocidad (90 kilómetros por hora).

La calzada no tiene huellas de frenada, por lo que se baraja una distracción o un despiste como causa del accidente. Solo eso podría explicar que no viera un control que estaba señalizado, en un punto de visibilidad con conos, rotativos luminosos y 17 agentes.

Con el 'efecto tijera' que provocó su frenazo, el camión arrasó todo lo que encontró en su paso. El funeral por los dos agentes de la Guardia Civil fallecidos se celebrará este miércoles en Logroño.