Cuando el cuerpo supera los 40ºC
Del dolor de cabeza al desmayo: cómo reconocer un golpe de calor y reaccionar rápido
El contexto La hospitalización de un joven de 25 años en el Metro de Madrid, con síntomas como confusión, piel muy caliente y dificultad para respirar, demuestra que un golpe de calor puede poner la vida en riesgo en minutos y que actuar de inmediato es esencial.

No hace falta estar corriendo una maratón bajo el sol para que te dé un golpe de calor. Le ha pasado a un chico de 25 años en pleno Metro de Madrid. Y sí, estaba a la sombra… pero el calor no entiende de edad ni de lugar.
Su cuerpo llegó a los 42 grados de temperatura. A partir de ahí, el organismo se queda sin recursos: deja de sudar, el calor se acumula, el cerebro se empieza a nublar y los órganos se ponen en modo emergencia. El joven comenzó a desorientarse, hablaba sin sentido y estaba a punto de desmayarse. Por suerte, el personal de seguridad se dio cuenta y llamó al SAMUR.
En estos casos, cada segundo cuenta. Los sanitarios lo envolvieron en una sábana especial conectada a aire frío, le colocaron placas de hielo en el pecho y le pusieron sueros refrigerados por vena para bajar su temperatura lo más rápido posible.
Los síntomas de un golpe de calor son fáciles de pasar por alto… hasta que es tarde: piel roja y muy caliente, mareo, dolor de cabeza, náuseas, dificultad para respirar, confusión mental o incluso pérdida de conciencia. Puede aparecer de golpe, como en trabajadores expuestos al sol, o poco a poco en sitios cerrados y mal ventilados.
Cómo evitarlo:
- Bebe agua, aunque no tengas sed.
- Usa ropa ligera y de colores claros.
- Evita esfuerzos en las horas más calurosas.
- Mantén tu casa fresca y ventilada.
El caso de este joven es un recordatorio claro: el calor extremo no es solo incómodo, puede ser mortal… y no hay que esperar a tener calor para protegerse.