Agentes de la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra, han detenido a dos personas, de nacionalidad española, vinculadas a la supremacía blanca, como presuntos autores de los delitos de incitación al odio contra extranjeros, tenencia de armas y explosivos, enaltecimiento del terrorismo racista y contra la salud pública. Estas nuevas detenciones se enmarcan, según ha informado el Ministerio del Interior, en la misma investigación contra la supremacía blanca que se precipitó el pasado 11 de septiembre tras tener conocimiento de que uno de los investigados pretendía suministrar sustancias químicas para inhibir la voluntad de una mujer con el objetivo de mantener relaciones sexuales.

En ese dispositivo policial, se detuvo a dos hombres, de nacionalidad española, en Pobla de Cérvoles (Les Garrigues) y en El Campello (Alicante). La investigación se inició a finales del 2019, cuando se localizó en internet un documento publicado por uno de los investigados, a modo de ideario y guía programática, que tenía muchos elementos en común con otros escritos hechos por terroristas vinculados a la supremacía blanca.

Todos los investigados están vinculados a dicha ideología racista que defiende la superioridad de la raza blanca por encima del resto. Las gestiones de investigación permitieron comprobar cómo los cuatro detenidos incitaban a cometer ataques similares, especialmente contra personas de otras razas. En esta ocasión, los investigadores han constatado que los detenidos pretendían, a través del cultivo y venta de sustancias psicotrópicas, obtener mecanismos de financiación que les permitieran crear, junto con el resto del grupo, las "comunidades blancas aisladas y armadas".

La investigación ha permitido identificar a los dos nuevos detenidos que habrían participado en los hechos. Estas personas ocupaban un nivel jerárquico, dentro de los canales de difusión, similar al de los primeros detenidos. Las detenciones de esta segunda operación han sido llevadas a cabo el 10 de diciembre en Pamplona (Navarra) y en Ronda (Málaga), localidad donde también se llevó a cabo una entrada y registro en el domicilio de uno de los detenidos. Los agentes intervinieron diversa simbología de carácter nacionalsocialista, sustancias estupefacientes, armas blancas así como material informático.

Los investigadores también han podido comprobar que los detenidos fundamentan su ideario supremacista en tres aspectos: "Su marcado nacionalismo blanco que justifican con una base científica que posiciona a los blancos por encima del resto de razas humanas". En segundo lugar "su postura antisistema"; consideran que la actual clase política gobernante quiere perjudicar a los blancos y por ello favorece la inmigración clandestina norteafricana hacia Europa.

Por último, como tercer aspecto relevante, "la justificación del uso de la violencia" y "el enaltecimiento de acciones terroristas producidas hacia inmigrantes o colectivos No blancos". Su actividad consistía en hacer difusión de estas ideas en sitios web y en diferentes canales de mensajería instantánea. Con sus perfiles, se dedicaban a difundir mensajes de contenido racista contra otros colectivos por razón de su raza, origen, creencias, manifestaciones políticas, sexo u orientación sexual.

Igualmente publicaban mensajes donde se ensalza a terroristas como Brenton Tarrant, autor del asesinato de 51 personas en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch (Nueva Zelanda) el 15 de marzo de 2019. Por otra parte, defendían en sus mensajes y en documentos que habían publicado, la creación de "comunidades blancas" aisladas y autosuficientes en entornos rurales. Manifestaban su intención de abastecerse de armas y prepararse para lo que llamaban "la guerra racial", que esperaban con inmediatez y que creían que podían provocar si encendían la chispa mediante algún ataque.

Según decían y defendían, prepararse para este conflicto, sería la única forma en que la raza blanca podría sobrevivir a la llegada de otros colectivos de extranjeros que, siempre según sus manifestaciones, actualmente se está produciendo de forma masiva en los países occidentales. Con el objetivo de crear una de estas comunidades, dos de los investigados, que fueron arrestados el pasado 11 de septiembre, vivieron durante unos meses en dos casas aisladas en la localidad de Pobla de Cérvoles (Les Garrigues).